sábado, 16 de enero de 2021

Las 20 mejores canciones internacionales de 2020

Un año más es el momento de echar la vista atrás y proponer listas que nos permitan sintetizar lo mejor de este 2020 que nos dejó hace unos días. Un año histórico por todo lo que hemos vivido, y cuyo impacto ha sido dramático en la música en directo. Afortunadamente, no se ha dejado notar tanto en cuanto a la publicación de nuevas canciones, aunque mi conclusión es que no ha mejorado el relativamente pobre nivel de este último lustro. En todo caso, como el volumen de álbumes publicados excede ampliamente los cincuenta o sesenta que he conseguido escuchar, seguiré sin proponer una lista de mejores discos. Pero un año más sí que voy a proponer una lista con 20 canciones internacionales que recordar de este 2020. Con los dos criterios que siempre rigen esta lista: deben ser temas que hayan visto la luz en formato sencillo/videoclip, y solamente puede haber una canción por artista, para conseguir una panorámica lo más amplia posible de los últimos doce meses de la pasada década. Con la habitual ambición de localizar las armonías, las melodías, el talento, la originalidad y, al fin y al cabo, la calidad que siempre anhelo dar a conocer con mi blog.

Un año más los E.E.U.U. han aportado el mayor número de artistas (nueve), y tras ellos el Reino Unido ha ocupado la segunda posición. Pero también ha quedado espacio para artistas de otras partes del mundo, como Australia, Alemania, Canadá o Francia. Y es que como ya he mencionado otras veces, en un mundo tan globalizado cada vez es más sencillo que aparezcan artistas que consigan emocionarnos con un tema de pop o de rock universales. Así pues, después de darle muchas vueltas, aquí va la lista:

1. Kaleida - "Long noon". Sin duda, la canción más bonita del año. Podía haberse quedado en la balada del año, gracias a la desoladora progresión armónica de Cicely Goulder y la impresionante interpretación vocal de Christina Wood con la que comienza, pero no se conformaron con ello y fueron añadiendo con mesura otros instrumentos, como una guitarra o una sección de cuerda sintetizada que le dan sí cabe más personalidad e impacto. "How long... until you leave?". Los pelos de punta.
2. New Order - "Be a rebel". Sin previo aviso, los mancunianos, ya frisando los sesenta años de edad, entregaron hace unas semanas por sorpresa este tema, no se sabe si anticipo de un nuevo álbum, pero lo que sí se sabe es que además de sonar a los New Order de siempre (mezcla de hedonismo y calidad), es seguramente su mejor sencillo en lo que llevamos de siglo. Un larguísimo estribillo que sin embargo deja con ganas de más. Si hubiera incorporado un solo de bajo del nunca olvidado Peter Hook habría sido la canción del año.
3. Braids - "Young buck". "Shadow offering", el retorno del trío canadiense tras un lustro de silencio, confirmó que siguen manteniendo intacto su personalísimo sonido, que muchos denominan alt-rock a falta de una etiqueta más precisa. Mezclando instrumentos convencionales con otros más tecnológicos y con la maravillosa voz de Raphaelle Standell-Presto para cohesionar el resultado, ese "being loved by you" que repite una y otra vez nos hiere el corazón. Fascinante.
4. From Apes To Angels - "Head & heart". Es casi imposible entregar una canción con la sensibilidad más a flor de piel que esta maravilla injustamente ignorada por crítica y público. Sintetizadores que semejan nenúfares flotando, la voz tan reverberada que casi se confunden unas notas con otras, y una panoplia de sintetizadores a cual más original para rematar el conjunto. "I gave you... all the colours...".
5. Gus Dapperton - "First Aid". Si el año pasado fue Clairo la que dio el pelotazo de indie-pop contemporáneo inspirado en la mejor tradición musical estadounidense, este año ha sido Gus Dapperton quien ha tomado el relevo: comienzo con guitarra acústica en primer plano, melodía intimista, letra de arrepentimiento... pero con el talento para seguir haciendo crecer la canción a lo largo de su minutaje, con varias partes diferentes adicionales en sus casi cinco minutos, una contundente batería, reverberaciones y, sobre todo, la voz cargada de frustración en notas altas.
6. Elisabeth Elektra - "My Sisters". Para mi gusto el mejor tema de música de baile de 2020. De repercusión muy minoritaria, su excepcional línea de bajo es capaz de hermanar dos progresiones armónicas y dos melodías francamente antagónicas. Pero es que además las estrofas son infecciosas, el estribillo elegante, la letra reivindicativa y detalles como el teclado de la segunda estrofa, irresistible.
7. The Killers - "Caution". Su flojísimo "Imploding the mirage" contenía esta joya, que refrenda que aunque ya no sean capaces de entregar álbumes tan brillantes como en sus comienzos, aún saben hacer temazos de pop inmediato, arreglos intemporales y tan bien instrumentados como éste. Con mención especial para la fantástica interpretación vocal de Brandon Flowers, así como para la original idea de situar un solo de sintetizador en el primer intervalo instrumental, y otro de guitarra eléctrica en el segundo.
8. Nation Of Language - "Rush & fever". Posiblemente el del trío neoyorkino haya sido el debut más interesante de 2020. Es cierto que en su "Introduction, presence" quizá miran a los primeros ochenta más de lo necesario, pero su elegancia para recrear la transición del post-punk al techno-pop primigenio que se gestó entonces está fuera de toda duda. Como lo prueba esta canción que, partiendo de una melodía de tonos graves y con la aportación estelar de su trotón sintetizador, nos subyuga con su altivo ¿estribillo?.
9. Sylvan Esso - "Ferris Wheel". El dúo estadounidense sigue cultivando su personalísimo universo musical, a veces poco accesible pero siempre sorprendente. Como este inclasificable tema, de instrumentación singular, melodía delirante y aparente ausencia de ritmo, que sin embargo va ganando contundencia conforme avanza hasta resultar irresistible en sus dos maravillosos intervalos instrumentales.
10. Christine and the Queens - "People, I've been sad". Posiblemente la balada del año: un excelente ejemplo de que un tempo pausado no está reñido con una instrumentación contemporánea, ni es necesario hacer exhibiciones vocales para emocionar. Y el detalle de los dos idiomas le da originalidad. El único pero es que la progresión armónica es siempre la misma; si no, habría estado aún más alta en la lista.
11. Mating Ritual - "OK". Lo de los californianos es increíble en estos tiempos: cuatro álbumes en cuatro años, todos con un nivel medio sorprendemente alto, y todos lo suficientemente diferentes entre sí como para no repetirse. Fue el caso de "The bungalow", otro derroche de creatividad que en este tema se acercó al rock más intimista y devastador. Para una inmensa minoría.
12. Jessie Ware - "Save a kiss". Con este tema de bajo irresistible la británica Jessie Ware se ha ganado el trono de las pistas de baile justo el año en que no ha habido casi espacio para ellas. Inspirándose en el sonido philly de finales de los setenta para la instrumentación y jugando la baza de la calidez de su voz, sólo la falta de un estribillo más demoledor le ha impedido ser uno de los mejores temas del año.
13. Boston Manor - "Plasticine Dreams". "Glue" ha sido seguramente el mejor álbum de rock del pasado 2020. Con su ecléctica mezcla de estilos siempre bien entendidos, varios de sus sencillos podrían haber entrado en esta lista. Pero quizá mi favorito sea este tema que recuerda a Stone Temple Pilots y a Oasis a partes iguales, contundente, melódico y excelentemente interpretado.
14. Nina - "Automatic call". En su segundo álbum, "Synthian", la alemana Nina Boldt y la multi-instrumentista Laura Fares entregaron el mejor ejercicio de revival del pasado año. Porque no debemos enagañarnos: esto es puro italo-disco de hace casi cuarenta años, lo denotan su bajo sintético que vertebra el tema desde el comienzo, su sencilla caja de ritmos, y sus coloristas teclados, pero con una efectiva progresión armónica, una excelente letra, y una preciosa melodía, no hay quien se resista a su hechizo.
15. Cut Copy - "Like breaking glass". "Freeze, Melt" ha supuesto una saludable aunque arriesgada vuelta de tuerca en el sonido de los australianos. Afortunadamente ello no significa que se les haya olvidado escribir grandes canciones, como este tema espartano, de percusión obsesiva y precisos adornos electrónicos que gana con cada nueva escucha.
16. Erasure - "Hey now (think I got a feeling)". Después de treinta y cinco años de carrera, nadie debería haber esperado que Andy Bell y Vince Clarke entregaran en "The Neon", su decimo octavo álbum de estudio, una colección de canciones memorable. Pero lo sorprendente es que aún son capaces de crear temazos como éste, que podría haber sido un tema perdido de sus años gloriosos con sus sintetizadores vintage y su altísima melodía vocal, y que en realidad es su mejor sencillo en muchísimo tiempo.
17. Boniface - "Oh my God". Uno de los debuts más interesantes de 2020, Boniface es un crooner a contracorriente que, aunque no lo parezca, viene del otro lado del Atlántico para ofrecernos su pop desgarrador y grandilocuente a partes iguales, interpretado ademças por una banda de sonido clásico pero eficaz que sabe cómo arropar una composición de primerísimo nivel.
18. Freezepop - "Fantasizer". El esperado retorno tras nada menos que una década de los de Boston nos recordó que ni fueron ni serán una banda de álbumes. Pero sí de sencillos que hagan honor a su nombre, como este tema rápido, de electrónica ya nada innovadora, pero con una luminosidad en las excelentes y claramente diferenciadas tres partes de su melodía al alcance de muy pocos artistas.
19. Phantogram - "Pedestal". Al cuarto álbum de los neoyorkinos le faltaron dos o tres temas para ser su consolidación definitiva, pero este medio tiempo elegante y excelentemente producido (¡imprescindibles los auriculares para apreciar todo lo que sucede en las estrofas!) demuestra una vez más su capacidad para entregar canciones sensibles e intemporales.
20. Miley Cyrus - "Midnight Sky". La prensa internacional se ha empeñado en ensalzar los mediocres sencillos del segundo álbum de Dua Lipa, pero para mí el mejor sencillo de la música mainstream ha sido este medio tiempo de la antigua Hannah Montana. Bordeando con descaro el plagio de "Edge of midnight", el clásico de Stevie Nicks (otro temazo, sin duda), esta curiosa mezcla de pop provocativo y oscuro, pista de baile e influencias ochenteras se adhiere sin remedio a nuestro cerebro.

Pasan los años y me sigue preocupando haber dejado fuera de la lista temas de gran calidad, bien por el tamaño de la misma, bien porque no hayan llegado a mis oídos. Pero aun con ese riesgo pienso que la lista propuesta es perfectamente válida para el año tan convulso con el que se cerró la segunda década del siglo XXI, pues pone de manifiesto que si no nos quedamos en la superficie de lo que nos tratan de imponer los medios generalistas e independientes, podemos seguir encontrando grandes dosis de emoción y creatividad contemporáneas. Que es lo que siempre persigo en este blog.

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