jueves, 13 de abril de 2017

Carla: "Night thoughts" (2016)

Habitualmente cada año suelo, allá por el mes de marzo, echar la vista atrás para revisar en una entrada lo que nos haya deparado el panorama musical en España durante los doce meses precedentes. Pero me he dado cuenta de que ese vistazo cada vez era más parecido en los últimos años, pues ni a nivel creativo ni comercial percibo signos claros de cambio a mejor, así que este 2017 he preferido no repetirme. Afortunadamente, ese ejercicio de revisión me ha permitido localizar la excepción que confirma la regla. Y es que después de casi tres años voy a reseñar un álbum publicado en nuestro país, porque considero que tiene la calidad y la contemporaneidad suficiente para tener un hueco en este humilde blog. Se trata de "Night thoughts", de Carla (no confundir con el álbum continuista del mismo título que publicaron los británicos Suede en 2016). Carla es en realidad un dúo formado por Carla y Toni Serrat, hermanos de la también artista Joana Serrat. Un álbum que como digo vio la luz en 2016, pero en un ámbito bastante minoritario, por lo que no ha sido hasta hace unas semanas que ha caído en mis manos.

"Night thoughts" es un álbum relativamente corto (treinta y ocho minutos), que consta de once temas (los diez que figuran en la contraportada más uno oculto al final) de propuesta muy homogénea. En esencia es un álbum de pop contemporáneo, con un toque electrónico, continuas orfebrerías rítmicas, letras sensoriales y una saludable valentía experimental. Como ven, un álbum muy alejado de lo que suele ser habitual en nuestro país. Carla Serrat no posee una voz potente, pero sí modula muy bien para complementar la atmósfera de los temas (casi podríamos hablar de interpretaciones soul-pop). Además, para reforzar la experiencia de su música, las letras hablan sobre todo de la interacción entre nuestros sentidos y la naturaleza (hasta dos títulos utilizan la palabra "Forest"), empleando para ello un inglés razonablemente bien pronunciado. Y la instrumentación guarda un saludable término medio entre lo espartano y lo sobreproducido. Puestos a buscarle defectos, e echa de menos algo más de estructuración en algunos temas, que pudiera acercar al dúo a una mayor repercusión, y al menos un tema de bandera que tire del resto del álbum. Y probablemente le sobre homogeneidad, pues cuesta muchas escuchas distinguir claramente unos tema de otros.

Un buen ejemplo de estas virtudes y defectos es "No sun", la canción que abre el álbum: evocadora, sensitiva, pero también demasiado corta, casi a medio terminar. "The sea takes me", segundo corte, con una progresión armónica más definida y una estructura más clara entre su colchón de sintetizadores envolventes, supone una mejora incuestionable respecto al anterior, aunque el cambio de ritmo a mitad del tema (doblando los bpms) es el típico arabesco que gusta a la crítica pero le aleja del público masivo. Aún más recomendable resulta "In the forest", uno de los momentos álgidos del álbum, con sus acordes menores bien marcados desde el comienzo, su melodía más definida y su atmósfera de atardecer, sabiamente resaltada por esa elaborada batería que va y viene. El siguiente corte "Our time" es otra buena composición aunque quizá algo falta de personalidad: construida con unos mimbres muy similares a las anteriores, llama la atención un estribillo mucho más claro, y la sorpresa de su coda final.

"Hold dub", con la colaboración de Nuria Graham, empieza con todos los mimbres para ser otro de los mejores momentos del álbum: un tema reposado, envolvente, bien interpretado, pero su estructura simple y demasiado repetitiva (y eso a pesar de que sólo dura tres minutos) le resta puntos. "Turned into" arrima su propuesta a ritmos ligeramente más bailables, con su bajo sintetizado claramente perceptible y su caja de palmada en momentos puntuales, por lo que sin ser de los temas más destacables sí que oxigena el álbum en un momento muy adecuado. El séptimo corte, "Lies", vuelve a los ritmos sincopados deudores del drum&bass, y acentúa su vocación experimental, aunque el estribillo casi indescifrable juega en su contra.

Con "Lucky one" comienza indudablemente el mejor tramo del álbum. Es el tema más claramente electro-pop del disco, y probablemente el más bailable: el infalible bajo sintetizado da pie a la voz de Carla, y tras ella una batería que juega al despiste con su ritmo cuaternario que se convertirá en binario en la segunda estrofa. Un tema que además evoluciona con criterio hasta su adecuada coda final, aunque le falte una instrumentación más elaborada en este último tramo. "Let's burn a forest" es el tema más etéreo, casi una poesía interpretada por un astronauta desde el espacio, con la voz de Carla ensalzada por un precioso teclado en las estrofas, y posiblemente el estribillo más redondo del disco, que además ensalzan en su repetición final otro certero sintetizador y la exhibición final de la batería. Y "Night thoughts", el tema que da título al álbum y teóricamente lo cierra es, en mi opinión, su mejor momento: una mezcla entre el drum&bass de su sección rítmica y el chill-out de su progresión armónica y sus sonidos de la naturaleza, sobre el que Carla repite una melodía sencilla que no es sino una mera excusa para seguir haciendo crecer la canción durante casi tres minutos con una inteligencia poco habitual por estos lares para los pasajes instrumentales. Y encima con la sorpresa de un tema oculto de duración convencional tras un par de minutos, que si bien no es de lo mejor del disco (parece un tema de los Everything But The Girl menos electrónicos), se deja escuchar.

Desconozco si la propuesta musicla de Carla ha sido una aventura de los hermanos Serrat para dar salida a sus inquietudes musicales, o si esperan consolidarla en un futuro con un segundo álbum y un mayor esfuerzo promocional. Espero que sea lo segundo, porque en España estamos huérfanos de este tipo de creatividad, y la necesitamos.