Estamos ya casi a finales de enero, así que una vez es momento de echar la vista atrás y proponerles una lista que refleje las mejores canciones internacionales del pasado 2024 según este humilde blog. Algo que, por cierto, casi todos los podcasts, blogs, webs y publicaciones especializadas tienden cada vez más a hacer cuando al año en curso le quedan todavía unas cuantas semanas. Es como si la música que se publicara en diciembre fuera de inferior calidad. Un hecho con el que por supuesto no comulgo, y también la razón por la que hasta el pasado 2 de Enero no comencé a recopilar los temas que conforman esta lista. Hecha esta precisión, déjenme decirles que la normalidad creativa a la que aludía el pasado ejercicio creo que se ha consolidado finalmente en la música contemporánea. De manera que esta lista que les propongo hoy va a volver a estar complementada en próximas fechas con dos entradas adicionales. O lo que es lo mismo, otras cuarenta canciones internacionales más. Porque, tras muchos años de "vacas flacas", por fin se está consolidando un resurgimiento creativo en el económicamente decadente negocio musical. Por supuesto, el volumen de canciones creadas y publicadas ha alcanzado ya desde hace un par de temporadas los niveles habituales, pero es que estilos en mi opinión mediocres, como el trap, el urban y el hip-hop siguen poco a poco perdiendo fuerza y repercusión, mientras que cada vez hay más artistas que rehúyen de esas propuestas tan simplistas e intentan ofrecer algo más elaborado y al mismo tiempo universal.
Como en ocasiones anteriores, es mi deber recordarles que el volumen de álbumes publicados excede ampliamente los aproximadamente sesenta que he conseguido escuchar en los pasados doce meses, por lo que seguiré sin elaborar una lista de mejores discos. Pero a continuación les ofrezco lo que para mí es la lista de mejores canciones internacionales de los pasados doce meses, considerando que el volumen que he escuchado sí ha sido lo suficientemente significativo. Elaborada con mis dos criterios de siempre: temas que hayan visto la luz en formato sencillo/videoclip, y una única canción por artista. Con la intención de conseguir una panorámica lo más amplia posible de 2024. Y siempre intentando acercarles las mejores melodías, los sonidos más universales, las producciones más brillantes, las tendencia más interesantes y, en suma, el talento y la calidad que tratan de ser los pilares que sostienen este ya veterano blog.
La lista de este año vuelve a poner de manifiesto el eclecticisimo de la música contemporánea en cuanto a su lugar de creación. Reflejo de que nos encontramos ante el verdadero lenguaje universal de nuestro tiempo, al margen de estilos característicos de uno u otro lugar del mundo: artistas británicos, estadounidenses, sudafricanos, australianos, húngaros, alemanes, franceses... ¿Se puede ofrecer más internacionalidad en menos temas?
Sin más dilación, aquí les presento la lista:
1. London Grammar - "Into Gold". La canción del año no es una más de tantas maravillas elegantes y envolventes que ha entregado el trío londinense a lo largo de una década larga de actividad; es la demostración de que también saben cómo hacer crecer una de sus impecables baladas hasta desembocar en una catarsis de electrónica. Y todo ello sin perder ni un ápice de personalidad, gracias a la irrepetible voz de Hannah Reid y al talento del multi-instrumentista Dot Major.
2. Taylor Swift - "My Boy Only Breaks His Favorite Toys". Además de haber alcanzado en 2024 cotas de popularidad y repercusión nunca antes logradas por ninguna otra cantante en el presente siglo, Taylor Swift ha publicado el que seguramente sea el sencillo de mayor calidad de toda su carrera: tres minutos y medio de synth-pop sin tregua, intemporal en su instrumentación, fantástico en sus armonías, con una letra sugerente y un estribillo irresistible. La mejor evidencia de que comercialidad y calidad no siempre están reñidas.
3. Sleater Kinney - "Untidy Creature". A estas alturas de su carrera el veterano dúo de Washington ha entregado el que para mí es el mejor tema de rock de los pasados doce meses. Un tema intenso, profundo, que no rehúye de un bajo sintetizado ni de un discreto piano, pero que se sustenta en el maravilloso riff de guitarra eléctrica de Carrie Brownstein y en una composoción tan cruda en sus estrofas como esperanzadora en su desgarrador estribillo y en los pasajes de balada clásica con la que lo rematan.
4. Lauren Mayberry - "Change shapes". El debut en solitario de la cantante del trío escocés Chvrches ha sido una de las grandes sorpresas de la temporada. Porque en vez de recrearse en ese electropop disfrutable pero un tanto añejo de su banda matriz, Mayberry ha optado por un pop fresco y versátil, partiendo de grandes composiciones que enriquece con una producción y unos arreglos fascinantes a la vez que de una contemporaneidad arrolladora. Tanto, que podría haber escogido cualquiera de sus sencillos para figurar en esta lista. Aunque "Change shapes" me parece el más brillante y disfrutable.
5. Bishop Briggs - "Good For Me". El tercer álbum de la británica afincada en Estados Unidos ha llevado su propuesta de rock femenino sin complejos a cotas imposibles de intuir al comienzo de su carrera. Porque "Tell My Therapist I'm Fine" es un gran álbum de principio a fin. Y todos sus sencillos rayan a gran altura, aunque mi favorito es éste, un medio tiempo cautivador en el que modula su voz para hacerla penetrante y hasta elegante a pesar de toda la energía que encierra su base rítmica.
6. Nic Billington - "Slasher". Tras muchísimos años, el solista sudafricano publicó por fin su segundo álbum, un "Dark Horse" que a todos los efectos debe entenderse como su auténtico debut en el mercado internacional. Y que a pesar de su escasa repercusión, encerraba trallazos como este momento de pop orientado a la pista de baile que, sin embargo, no rehúye de la guitarra eléctrica para conferirle una fuerza especial a todo lo que encierra su elaborada composición en tan sólo tres minutos. En manos de un solista más (re)conocido, probablemente habría arrasado en todo el planeta.
7. Chappell Roan - "Good luck, babe!". A diferencia de lo que le ha sucedido a Billington, a la estadounidense Chappell Roan, que ya descubrimos en este humilde blog en 2023, tanto con su excelente álbum de debut "The Rise and Fall of a Midwest Princess" como en cuanto a sencillos como "Red Wine Supernova", que formó parte de mi lista de otras 20 canciones recomendables de 2023, sí le ha sonreído la suerte, y ha logrado alcanzar la repercusión que merecía a nivel mundial. Con lo cual su primer sencillo de lo que será su siguiente entrega, este "Good luck, babe!" ha arrasado en medio planeta. Más femenismo bien entendado, más pop elaborado de calidad, y más instrumentación de personalidad desbordante. Se lo merece.
8. Gossip - "Crazy Again". Su retorno tras casi una década fue mejor valorado por la crítica que reconocido por el gran público. Pero "Real Power" encerraba un puñado de grandes canciones, como este power-pop luminoso que equilibra instrumentos eléctricos y electrónicos y en la que Beth Ditto canta con una dulzura exquisita, que conjuga a las mil maravillas con la contundencia de su base rítmica y las preciosas guitarras de Nathan Howdeshell.
9. Pixey - "Bring Back The Beat". Ante todo, aclarar que, para mí, "Million Dollar Baby" no fue su álbum de debut, sino el segundo de su carrera. En todo caso, la inglesa sigue profundizando en ese pop que mira al futuro sin perder de vista la psicodelia y el soul de décadas pasadas. Como lo refleja la irresistible sección de viento que arranca este temazo, y que luego evoluciona a unas tremendamente elaboradas estrofas de psicodelia pura. Sin olvidar los giros melódicos de su segunda estrofa, y la parada repleta de percusiones antes de la apoteosis final. Mucho en muy poco tiempo.
10. Rüfüs du Sol - "Break my love". El trío australiano ha alcanzado con "Inhale/Exhale" la respetable cifra de cinco álbumes de estudio. Y aunque su propuesta evoluciona muy poco a poco, siguen siendo capaces de entregar pop orientado a la pista de baile con una elegancia y un refinamiento insuperables. Y éste es el sencillo que lo mejor demuestra en su nuevo álbum: a partir de un omnipresente sampling elaboran un tema que no necesita recurrir a estridencias ni a complejos efectos para adherirse a nuestro cerebro.
11. Black Nail Cabaret - "Teach Me How To Techno". El dúo húngaro alcanzó con "Chrysanthemum", su sexto álbum, la madurez que llevaban largo tiempo apuntando. Un disco sin fisuras, versátil y, además, con un par de temas de pegada incuestionable. Sobre todo este himno que es justamente lo que su título describe: un tratado de cómo crear música techno en el año 2024 para disfrutar como si no hubiera un mañana (Emese Arvai-Illes dixit) en las mejores discotecas de Budapest. Y sin perder ni un ápice de su acusada personalidad.
12. Shelter Boy - "Growing pains". Con pocos recursos y todavía menos promoción, el alemán Simon Graupner entregó uno de los álbumes de pop-rock más redondos del pasado ejercicio. "Mercyland" contenía un puñado de canciones que miraban tanto al brit-pop como al sonido Madchester del pasado siglo, pero que descollaba gracias al tremendo momento creativo que está atravesando Shelter Boy. Como lo demuestra el largo estribillo de este temazo, que logra que sus refinadas estrofras, sostenidas por un intemporal piano, desborden en una cascada de guitarras que nos devuelve la fe en el impacto del pop de siempre.
13. AURORA - "My Body Is Not Mine". Con su quinto disco, "What Happened to the Heart?", la noruega dio un perceptible paso atrás en cuanto a calidad y a repercusión de su hasta ahora siempre creciente carrera musical. Pero entre sus nada menos que dieciseis temas había espacio para que dejara su barroquismo campestre en segundo plano y se dedicara a lo que mejor sabe hacer: canciones de synth-pop contemporáneo presididas por su singularísima personalidad, y rematadas por una producción desbordante de imaginación. Cuatro minutos en los que no dejan de suceder cosas.
14. Kaleida - "Stranger". A punto estuvimos de perdernos el tercer álbum del duo germano-británico que forman Christina Wood y Cicely Goulder. Pero gracias a la telemática y a la capacidad para sobreponerse a sus circunstancias personales, en Marzo llegó 'In Arms'. Su álbum menos brillante, cierto, pero también el mejor instrumentado. Por lo que cuando la composición acompañaba, como en este hiriente "Stranger", la piel volvía a ponerse de gallina. Y es que ese sencillo teclado vocal que rellena las partes instrumentales es casi tan emocionante como la sentida voz de Wood.
15. SHAED - "Everybody Knows I'm High". El segundo álbum del trío estadounidense, "Spinning Out", tardó tanto en ver la luz que perdieron la oportunidad de beneficiarse del empuje de su primera entrega, y ahora su carrera ha quedado restringida a un ámbito tan minoritario que no sé si tendrán ganas de continuar. Pero es que su nueva colección de canciones estaba justa de inspiración. Aunque afortunadamente esta gran canción nos demostró que aún se podía creer en su pop clásico, repleto de buen gusto, melodía intachable y una excelente interpretación vocal a cargo de Chelsea Lee.
16. St. Vincent - "Sweetest Fruit". La inclasificable artista de origen texana Anne Erin Clark logró finalmente con su séptimo álbum ("All Born Screaming") reunir un conjunto de canciones lo suficientemente digerible por una audiencia relativamente masiva. Y aunque sus estrofas de melodía chirriante puedan indicar lo contrario, éste fue uno de sus momentos más disfrutables: un estribillo accessible, una instrumentación a la que el oído se va acostumbrando con sucesivas escuchas, y unos largos pasajes instrumentales que demuestran todo lo que puede dar de sí St. Vincent. Tanto, que recientemente ha publicado el mismo álbum pero interpretado en español.
17. Slenderbodies - "Before". Para mí el mejor tema de indie-pop de los pasados doce meses. El dúo californiano formado por Ben Barsochinni y Aram “Max” Vehuni publicó este sencillo que se supone anticipa su siguiente álbum sin hacer ruido. Pero su propuesta delicada, y su interpretación vocal casi sigilosa nos demuestra que la emoción a veces reside en las pequeñas cosas, lejos de la ampulosidad y la pretenciosidad de tantos y tantos artistas incapaces de entregar una pieza ni la décima parte de cautivadora. Nos alegrará el más gris de los días con sus pasajes de steel guitar.
18. The Knocks ft. Yelle - "All the time / Tout le temps". El dúo neoyorkino de future funk The Knocks entregó la pasada temporada un tema tan infecciosamente irresistible que parece mentira que no se trate de una versión. Echando la vista atrás para tirar de electroclash y meterlo en la coctelera con el pop británico ochentero de influencias francesas y su omnipresente bajo, nos podemos tirar un día entero tarareándola. Y es que la colaboración con la banda de música electrónica Yelle no ha podido entregar mejor fruto.
19. Feeder - "Unconditional". Como el que no quiere la cosa, la banda de Grant Nicholas llegó con "Black/Red" nada menos que a su duodécimo disco de estudio. Un álbum tal vez largo y homogéneo en exceso, pero sin una sola canción menor, y con grandes momentos como este medio tiempo en el que el galés reduce la presencia de la electricidad y recurre a una efectiva sección de cuerda para otorgarle un aire mayestático a uno de esos temas que nos hace creer en que la vida aún puede volverse mejor. Y al tiempo recordarnos que Nicholas es uno de los mejores creadores de música rock del presente siglo. Sensacional estribillo.
20. Alison Goldfrapp - "I Wanna Be Loved (Just A Little Better)". Anticipando lo que en algún momento será su segundo álbum en solitario, la londinense nos demostró que, cerca ya de los sesenta años, aún es capaz de entregar música disco que suene sintética y moderna al mismo tiempo sin necesidad de mirar en exceso al pasado. A ello contribuye la producción del ubicuo Richard X, artífice de un sonido que raya al mismo nivel que la sensual interpretación de Goldfrapp, la cual es capaz de convertir una frase repetida hasta la saciedad en un estribillo hipnótico.
Al igual que en años anteriores, soy consciente de haber dejado fuera de la lista temas que probablemente lo habrían merecido, pues es imposible dejar la subjetividad completamente aparte en un ejercicio de esta naturaleza. Afortunadamente, como les anticipaba, en próximas semanas otras cuarenta canciones vendrán a aliviar esos potenciales errores. Pero aun con esta limitación, estoy convencido de que estas veinte canciones son un excelente reflejo de lo mejor que nos ha ofrecido musicalmente 2024. Dado que evidencian que, si no nos negamos a aceptar sin más lo que nos tratan de imponer medios generalistas e independientes, se pueden seguir encontrando fantásticos momentos en el panorama musical internacional. Así que espero que la disfruten, y que tal vez les ayude a descubrir a algún que otro artista que hasta ahora les había pasado desapercibido.
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