domingo, 12 de junio de 2016

Underworld: "Barbara Barbara, We Face a Shining Future" (2016)

El retorno de Underworld ha sido sin duda una de las sorpresas de temporada. Porque han transcurrido seis años desde su último álbum de estudio, el meritorio "Barking", y ya pocos esperaban que los ya casi sexagenarios Karl Hyde y Rick Smith se unieran de nuevo para crear nuevas composiciones. Pero demostrando que el tiempo no pasa por ellos, y tras haber sobrevivido a la marcha de Darren Emerson a comienzos de siglo, siguen siendo capaces de entregar canciones altamente tecnológicas y orientadas a la pista de baile más excitante. Aunque eso no significa que "Barbara Barbara, We Face a Shining Future" (el extraño título es un homenaje al padre de Rick Smith) sea un gran álbum. Me explico.

En mi opinión la razón principal por la que la carrera de Underworld se fue desvaneciendo lentamente desde el cénit que alcanzaron en 1996 con "Born Slippy .NUXX" fue la gradual desaparición de las armonías en sus temas. Porque aunque sus señas de identidad siempre hayan sido los temas de ritmo binario muy marcado, largos desarrollos y fraseos sin fin de Karl Hyde, en sus mejores momentos supieron completar ese cóctel con progresiones armónicas y melodías sencillas pero muy enriquecedoras. Que al ir desapariciendo de sus composiciones hicieron que éstas se volvieran monótonas y repetitivas. Quizá conscientes de ello, en "Barking" recurrieron a la colaboración con otros muchos creadores del techno y de la música electrónica en general, pero personalmente cuando anunciaron este "Barbara Barbara...", tenía la duda de si volverían a los temas monocordes de sus álbumes anteriores a "Barking" o introducirían más musicalidad en sus temas. El resultado es un término medio que no relanza su carrera pero tampoco la desmerece.

Porque lo que realmente llama la atención de este álbum es su escasez de contenido: sólo siete temas, uno de ellos poco más que un interludio instrumental, y una duración excesiva en muchos de los seis restantes, para poder completar los cuarenta y cinco minutos de rigor. Lo que evidencia lo cerca que ha estado este disco de no llegar a existir nunca, y las dudas que genera respecto a que pueda tener una continuidad. Razones para intentar extraer lo mejor de estos siete temas. Empezando por "I exhale", primer sencillo y claro intento de hacer algo que se salga del patrón habitual del dúo, con menos bits per minute de lo normal y una sencilla progresión armónica desde el principio. Pero cuyos ocho minutos son claramente excesivos, a pesar de que lentamente vayan enriqueciendo la composición con más teclados y Smith doblando en los coros a Hyde. Más convincente y reconocible es "If Rah", un tema más rápido y obsesivo, que juega a ser monocorde durante buena parte del tema a partir de su penetrante teclado sintético y las sugerentes frases de Hyde, hasta que entran los dos teclados de reminiscencias orientales y el tema se convierte en plenamente melódico con su piano electrónico y una meritoria superposición de efectos.

Más rápido y orientado a la pista de baile es si cabe "Low burn", con esos bajos sintetizados superpuestos sobre los que poco a poco van añadiendo más elementos sintéticos y redobles de percusión. Aunque la parte vocal es demasiado repetitiva, y sobra minutaje hasta que el tema va frenando y desnudándose de todos los añadidos para llegar al final. "Santiago cuatro" es un extraño interludio en el que se mezcla la guitarra acústica de Hyde, con sus largos arpegios, y los bajos sintetizados de Smith, con un resultado entre disonante y desasosegante. "Motorhome" es, por así decirlo, la "balada" del álbum, con su ritmo pausado y su atmósfera de renacimiento tras un futuro caótico. Es el primer tema en el que Hyde no declama sino que canta; los dos teclados que, casi a modo de gaitas, se entrelazan, le dan un toque original, y la progresión armónica en el tramo final completan un panorama relativamente interesante pero excesivamente largo. Y cuando parece que el álbum se encamina sin mayores sobresaltos hacia el final, surgen las sorpresas: "Ova nova" es con diferencia el mejor momento del disco, una composición completa sobre una eficaz progresión armónica, penetrante y luminosa, brillantemente interpretada por Hyde,con unos coros femeninos que completan el tono optimista de la canción, una parte nueva perfectamente enlazada, el apoteósico "Change your mind" de Hyde y (ahora sí) la duración adecuada. Y "Nylon strung" es probablemente el segundo mejor tema del álbum, y una adecuada forma de cerrarlo: sobre su infeccioso loop sintetizado Hyde entona una melodía de notas muy largas, que se completa con una guitarra acústica y un precioso teclado que va añadiendo más notas en cada repetición hasta convertirse en apoteósico en su último tramo.

Situar lo mejor del álbum al final logra que la impresión global del mismo sea mejor de lo que debería, pero no deberíamos dejarnos engañar, ya que "Barbara Barbara, We Face a Shining Future" no es ni de lejos el mejor disco de su carrera. Aunque al menos nos podemos congratular de que Hyde & Smith hayan recuperado la suficiente musicalidad en algunas de sus canciones, porque de su capacidad para explotarlas con sus largos desarrollos de cambios graduales y su estilo tan personal nadie duda. Habrá que ver si esta digna vuelta a la actualidad saludada con un aceptable éxito comercial (top ten en el Reino Unido) se convierte en una prolongación de su carrera, o por el contrario se convierte en el epílogo de una de las bandas más importantes en la historia del techno.

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