Es sorprendente cómo al mismo tiempo que los tradicionalmente predominantes Estados Unidos y Reino Unido ofrecen cada vez un número menor de nuevos artistas interesantes, en Australia no dejan de surgir solistas y bandas plenos de talento. De ello da buena muestra el número cada vez mayor de artistas reseñados en este humilde blog (desde Cut Copy a Rüfüs pasando por Gypse & The Cat o Voltaire Twins). A todos ellos se unió el año pasado Josef Salvat, un cantante y compositor de ascendencia española que fue publicando sencillos de gran interés en los últimos tiempos hasta que a finales de febrero debutó a nivel internacional con este "Night swim". Un álbum que ha respondido a las expectativas, aunque con algunos peros.
De manera acertada el disco lo abre "Open season", probablemente su mejor sencillo además del tema que lo dio a conocer como compositor y que de hecho ya formó parte de mi lista de mejores canciones internacionales de 2015. Es un tema de pop elegante, construido sobre una cautivadora progresión armónica, brillantemente interpretado, digno de un crooner del siglo XXI muy por encima de por ejemplo Brandon Flowers, con unos arreglos contemporáneos sin rendirse a las modas ni renunciar a los instrumentos convencionales. "Paradise", siguiente corte, es el quinto y hasta ahora último sencillo extraído, un tema si cabe más bailable que el anterior, también con una acertada progresión armónica y una producción capaz de extraer todo lo mejor de la composición mezclando piano electronico y un synclavier en el estribillo, aunque aun así se queda en mi opinión un escalón por debajo de su predecesora. "Hustler", segundo sencillo de su carrera, es uno de los numerosos temas "lentos" que figuran en el álbum, una balada sentida y bien interpretada que en la versión en estudio arropa muy bien el piano y la voz de Salvat con una elaborada percusión. "Punchline" es si cabe una canción más conseguida que la anterior, más tenebrosa, gélida en el estribillo y con la sorpresa de la distorsionada batería, los coros y el violín que la realzan en sus dos minutos finales; lo que sucede es que al ser la segunda balada seguida descoloca respecto a las intenciones del álbum, que había arrancado mucho más bailable y colorista.
"Closer", sin ser un tema demasiado rápido, supone una saludable vuelta a los ritmos más bailables, aunque su pausado comienzo no lo refleje. Pero el tema va creciendo en el puente hasta desembocar en un meritorio estribillo sabiemente ensalzado por unos violines herederos del sonido philly de finales de los setenta. "Till I Found You", tercer sencillo del álbum, vuelve a frenar el tempo a la vez que baja el listón, porque a pesar de un tema con unos arreglos excelentes y una producción muy meritoria, la composición no termina de armonizar una ambientación pesimista con una letra optimista, y el estribillo resulta un tanto plano. "Shoot and run" es otra nueva balada, otra vez con una instrumentación excelente, ominosa en el comienzo y en las estrofas, con un bajo sintetizado muy difícil de encajar en un tema tan lento, una melodía muy compleja y difícil de interpretar que cubre varias estrofas y probablemente la letra más sugerente del álbum. "Constant Runners" supone otra refrescante aceleración y cambio de estilo, con una progresión armónica y una melodía optimistas que me recuerdan mucho a los Alphaville de "Afternoons in utopia" (1986) con ese pop dinámico de matices electrónicos y guiños al mercado estadounidense que en su momento entregaron (Salvat casi parece Marian Gold en el estribillo).
"Night swim", el tema que da título al álbum además de su cuarto sencillo, es como cabía esperar uno de sus mejores momentos: una nueva balada, con una letra muy sensual, y una melodía cálida, que juega a ser acústica pero que en realidad está realzada con varios detalles que no empañan la interpretación de Salvat (con mención especial para el sintetizador que acompaña sin casi percibirse todo el tema). "The days", un medio tiempo con un estribillo en falsete, sin llegar ser uno de los mejores cortes, sí que mantiene ese nivel medio tan meritorio de todo el álbum. "Every night" es la sorpresa del disco: un tema de soul sesentero muy en la línea en la que últimamente ha descollado Leon Bridges, sobre acordes mayores, con coros de reminiscencias gospel, y una acertada guitarra steel para completar el momento "retro". Y para cerrar el disco Salvat escoge una última balada, "A better word", sobre el piano y la voz de Salvat, correcta pero sin demasiado gancho.
En un debut que ha tardado casi cuatro en gestarse ha habido tiempo de sobra para poder entregar hasta cuatro temas adicionales en la edición deluxe. Empezando por "Secret", otro medio tiempo con una percusión muy marcada deudora del R&B y un tono inquietante, cuyo estribillo en falsete no termina de encajar, a pesar de la nueva melodía con la que lo enriquece en el tramo fial. Siguiendo por "This life", que fue el primer tema y vídeo de su carrera en el 2013, otra balada cuyo mayor valor es el estribillo altivo y un tanto frío con el que sorprende, a la vez que recuerda a John Foxx. Deteniéndose en "Diamonds", la versión del insípido tema de Rihanna que vio la luz en formato sencillo en 2014, que a pesar de ser "desnudado" hasta dejarle sólo los elementos esenciales no termina de emocionar. Y cerrando con el tema más interesante de los cuatro, ese "In the audience" que insiste una vez más en el binomio piano/voz de comienzo reposado pero con una progresión armónica más inspirada y una bonita melodía que desemboca en un certero estribillo, sin duda merecedor de haber formado parte del tracklist oficial.
El mayor pero, pues, es el alto volumen de temas lentos, prácticamente la mitad, más propio de un artista maduro en el tramo final de su carrera que de un debutante cuyos momentos más conocidos los ha alcanzado además con temas bailables y de cierto barniz electrónico. Al ser nada menos que dieciséis cortes, eso hace que a la hora de animarse a escucharlo pueda aflorar la temida sensación de "sí, este disco está bien, pero es que ahora...", que siempre jugó en contra de artistas como Crowded House o Belle And Sebastian. Tampoco juega a su favor cierta indefinición estilística, por otra parte habitual en los álbumes de debut. Y algún tema que ahonda en el estilo de otros del mismo álbum pero de nivel incuestionablemente inferior. No obstante, analizado globalmente, "Night swim" contiene un buen número de grandes momentos, que reflejan la calidad de Salvat como compositor y como intérprete, así como la inteligencia a la hora de armonizar y producir los temas de Rich Cooper. Así que esperemos que tenga una carrera larga y plena de éxitos, incluso a nivel comercial. Porque mimbres tiene para ser una estrella.
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