sábado, 3 de septiembre de 2016

Bleached: "Welcome the worms" (2016)

Hace tiempo que no reseño en este humilde blog un disco de indie rock de toda la vida. Y es que en este panorama musical contemporáneo cada vez más tecnificado las formaciones clásicas de guitarra-bajo-batería con rabia más o menos contenida siguen perdiendo terreno. Más aún si vienen de Norteamérica. Y aunque hay bandas que puntualmente siguen dando en la diana con un tema concreto (me vienen a la memoria Sleater-Kinney y Best Coast como ejemplos recientes), conseguir la inspiración suficiente para entregar un álbum que aguante el tipo de principio a fin resulta cada vez menos frecuente. Por eso me complace reseñar hoy "Welcome the worms", el segundo álbum del trío femenino californiano Bleached, publicado el pasado mes de abril. Un álbum que supone una consolidación de su propuesta que no era fácil de predecir cuando publicaron hace tres años "Ride your heart", su un tanto anodino álbum de debut.

No es que "Welcome the worms" sea un álbum intachable. Sólo treinta y seis minutos en las mínimas diez canciones necesarias para que el potencial comprador no se sienta defraudado de inicio. Unas composiciones por otra parte no siempre igual de inspiradas, ya que tras un irreprochable primer tercio el disco pierde parte de su fuerza. Y la voz justita de Jennifer Clavin no permite demasiadas alegrías. Pero aguanta bien el tipo hasta el final, y enriquecen puntualmente la archiconocida fórmula instrumental con otros detalles en la línea de los mejores The Dandy Warhols, lo que permite escucharlo sin esfuerzo de principio a fin.

"Keep On Keepin' On" es una excelente forma de abrir el álbum: uno de los dos temas publicados en formato sencillo, se trata de uno de los mejores momentos del disco y de toda su carrera. Un tema largo, pleno de energía, poderoso, con una progresión armónica tremendamente elaborada que va enlazando y armonizando con notable acierto las distintas partes, una melodía correcta en el estribillo y mejor aún en las estrofas, y una correcta interpretación de todos los instrumentos. Le sigue "Trying to Lose Myself Again", más corta y también más cruda que la anterior, aun así muy elaborada compositivamente, con muchos compases instrumentales en las que las guitarras muestran toda su crudeza, y que curiosamente funciona aun sin un estribillo claramente definido. "Sleepwalking" es el tercer trallazo consecutivo, otra demostración de cómo construir un tema de rock directo y a la vez complejo compositivamente, esta vez con un estribillo definido y efectivo, y además unos intervalos instrumentales en los que Jessica Clavin se luce a la guitarra.

"Wednesday night melody", cuarto tema y segundo sencillo extraído, es un tema más lento durante la mayor parte de su duración y sin embargo igual de efectivo que los tres anteriores. Ese riff de guitarra al que le falta el último compás es una brillante forma de retrotraernos a las décadas gloriosas del rock y a la vez enganchar desde el comienzo, aunque luego no se limitan a repetirlo sin fin, sino que van desarrollando la canción con cambios de ritmo, estrofas con los cuatro compases, guiños al grunge de los noventa, un estribillo de pop casi colorista, una parte nueva en la que voz y guitarra interpretan las mismas notas, una letra sugerente... Pero es el último gran momento del álbum, a partir de ahí todo se mueve entre dos categorías: lo simplemente correcto y lo interesante sin llegar a brillante.

A la primera categoría pertenece "Wasted on you", el quinto corte: un tema de claras reminiscencias californianas, rápido y tarareable pero sin mayores sorpresas. A la segunda los dos temas siguientes: "Chemical air", que sin cambiar mucho el guión respecto a la anterior se beneficia de una parte nueva con una nueva progresión armónica que finaliza en un original solo de guitarra, para volver con habilidad luego al último estribillo; y "Sour candy", otro luminoso estribillo que culminan con un certero crescendo realzado sabiamente por un sencillo sintetizador. Y a la primera nuevamente "Desolate town", claro deudor de Nirvana con esas guitarras distorsionadas que repiten en estrofas e intervalos instrumentales una sencilla progresión armónico de acordes en quintas, aunque esa especie de segundo estribillo que empieza con "Choked on a daydreaming..." la lleva a un escalón superior en términos de complejidad compositiva.

"I'm All Over This Place (Mystic Mama)" es en mi opinión el último momento relevante del álbum: a partir de ese psicodélico comienzo que repetirán más adelante sabiamente realzado por un órgano Hammond, proponen unas interesantes estrofas construidas sobre un efectivo riff de guitarra, y a ello se añade una parte nueva en la que se atreven con una percusión diferente y varios efectos sonoros. "Hollywood, We Did It All Wrong" cierra el álbum con otro momento correcto, también de influencias californianas y que recuerda a Weezer al mezclar unas melancólicas frases en el estribillo con una melodía luminosa.

Bajo su aparente sencillez y convencionalismo, "Welcome the worms" esconde una riqueza compositiva sorprendente y un pulso continuo por mantener al melómano enganchado de principio a fin. Por ello creo que contiene argumentos suficientes para que Bleached asciendan de la segunda división del rock estadounidense. Veremos si lo consiguen.

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