Como ya viene siendo habitual, he decidido dedicar una entrada al panorama musical español durante el pasado año 2013. Un panorama que en mi opinión es aún más descorazonador que en los dos años anteriores. Veamos las razones.
En el ámbito meramente comercial la situación sigue en estado comatoso: aunque la música de artistas españoles haya dejado de ser mayoría (22 álbumes de los 50 más vendidos), si añadimos las ventas de artistas hispanoamericanos o que cantan en español ganan por amplia mayoría a los artistas anglosajones (que, nos guste o no, siempre aportarán un número mayor de propuestas interesantes). Con unas ventas cada vez más reducidas, las compañías de discos se han vuelto aún más conservadoras y los compradores más limitados en sus gustos.
Descorazonador es que el álbum más vendido haya sido uno que se publicó en 2012 ("Tanto", de Pablo Alborán), pues lanza un claro mensaje de que en 2013 no se ha publicado ningún álbum capaz de desbancarlo. Descorazonador es que haya tres álbumes de música infantil entre los 10 más vendidos del año (los de la serie infantil "Violetta"), pues lanza un claro mensaje de que uno de los pocos ámbitos en los que el potencial comprador está dispuesto a gastarse unos euros es en la música infantil de usar y tirar. Descorazonador es que el primer álbum de un artista anglosajón sea el del grupo adolescente One Direction, pues lanza un claro mensaje de que respecto a lo que viene "de fuera" a lo que más interés prestamos es a las propuestas prefabricadas con fecha de caducidad. Y descorazonador es que hay que irse al puesto 29 para encontrar el primer álbum correspondiente a una artista que haya debutado en el panorama musical (Lana del Rey, cuyo álbum fue además editado en 2012...).
En la música alternativa la cosa no ha ido mucho mejor. Manel han sido los que, cantando en catalán, se han colocado más altos en la lista de álbumes más vendidos en España durante 2013 (en el puesto 23, concretamente). Un hecho sorprendente, pero que al menos introduce una nota novedosa en un panorama anquilosado, aunque personalmente no les veo el talento por ninguna parte. Tampoco han abundado en exceso las nuevas entregas de artistas consagrados en este mundillo (Mala Rodríguez, Delorean, Kiko Veneno...), siendo lo más destacable el retorno de Fangoria, que con "Cuatrocomía" han confirmado que aunque su fórmula esté un tanto agotada aún son capaces de entregar sencillos meritorios como "Dramas y comedias". Ni siquiera ha sido un año pródigo en nuevos artistas, siendo quizá lo más llamativo y original el debut de León Benavente, con su krautrock a veces cantado a veces recitado (dejo aquí el enlace de su mejor ejemplo, "Ser brigada").
Con lo que este año para mí los triunfadores absolutos han sido La Sonrisa de Julia. Demasiado alternativos para obtener un éxito comercial masivo, demasiado mainstream para que el mundillo independiente los considere parte de sí, sufren el problema de quedarse encasillados a medio camino. Pero su álbum "El viaje del sonámbulo" contenía varios temas interesantes y sobre todo el sencillo del año: "Muévelo" demuestra que es un grupo con sólidas bases musicales, y que son capaces de entregar un tema que es a partes iguales psicodelia, rock y dance. Pura energía, una instrumentación lograda (aunque se nota que el sonido es aún demasiado "Made in Spain"), razonablemente bien cantada para lo que se estila por estos lares, con una letra trabajada, un decente solo de guitarra al final e incluso con un vídeo original y contagioso. Sólo la indiferencia de los medios les ha impedido arrasar, pues es un tema apto para todos los públicos. Esperemos que esta entrada contribuya a hacer justicia a la canción nacional del año.
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