Como ya hice el año pasado, he decidido dedicar una entrada al panorama musical español durante el pasado año 2012. Un panorama que, para los que recuerden o hayan consultado recientemente dicha entrada, era francamente desalentador a comienzos del pasado año. Y que doce meses más tarde sigue siendo decepcionante, aunque la cosecha de 2012 gane a los puntos a la del 2011.
En el ámbito meramente comercial la situación sigue en estado comatoso: aunque la música de artistas españoles sigue siendo mayoría (31 álbumes de los 50 más vendidos), entre esos 31 discos no hay ni uno solo perteneciente a un artista que haya debutado en 2012. Parece que con las ventas en mínimos históricos, las compañías de discos se han vuelto aún más conservadoras. Hasta el extremo que abundan nombres más propios de hace 40 años: Julio Iglesias, Juan Manuel Serrat, José Luis Perales, María Dolores Pradera, El Dúo Dinámico... Sí, sí, consulten la lista de 2012 y verán que todos esos nombres figuran.
Pero es que incluso entre los artistas "jóvenes" no hay hueco para la esperanza: fórmulas repetidas hasta la saciedad (Melendi, Estopa, Sergio Dalma, El Barrio, Alejandro Sanz), artistas que al intentar renovarse han visto como buena parte del público les daba la espalda (Amaral, La Oreja de Van Gogh, Café Quijano). Y con un triunfador absoluto descorazonador: Pablo Alborán es una propuesta tan casposa y sensiblera que cuesta entender su éxito más allá de las adolescentes del extrarradio de nuestras ciudades. Sólo India Martínez y su intento de su insuflar aires nuevos al flamenco es digna de mención.
Así que por fuerza debemos fijarnos en la música alternativa. Love Of Lesbian han sido los únicos que se han colado entre los 50 álbumes más vendidos, lo cual para mí al menos resulta sorprendente, dada su escasa calidad. También en este ámbito han predominado los nombres consagrados en horas bajas (Sr. Chinarro, J y su Grupo De Expertos Solynieve, Hydrogenesse...), pero al menos un par de artistas han creado sendas canciones dignas de perdurar: La Habitación Roja y La Bien Querida.
Los valencianos La Habitación Roja llevan más de una década puliendo su estilo y su calidad interpretativa. Y con "Ayer" han logrado por primera vez un tema de pop con desazón pero sin taras: la voz de Jorge Martí por fin logra el aprobado (raspado), la letra casi logra usar correctamente todos los tiempos verbales y en los intervalos instrumentales las guitarras eléctricas y el teclado suenan razonablemente personales. Un tema con madera de clásico.
Y La Bien Querida han compuesto la canción nacional del año con "A veces ni eso". Es cierto que la letra es casi inexistente, que la grabación tiene una calidad deficiente y que toda la canción es una recreación descarada de los New Order de los 80. Pero la progresión armónica y la melodía no desentonan ante "Temptation" o "Bizarre love triangle" y eso es decir mucho, y el giro estilístico de la propuesta de Ana Fernández-Villaverde es loable. Así que esperemos que el ejemplo cunda y si en España no estamos en condiciones de innovar, que al menos recreemos con gusto a los grandes clásicos del último medio siglo. Que falta nos hace.
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