domingo, 15 de enero de 2012

Por qué el hip-hop es peor que cualquier otro gran estilo de música contemporánea



O al menos eso es lo que pienso yo, como ya he dejado caer en alguna ocasión en este mismo blog. A diferencia del resto de los grandes estilos de música contemporánea, que como ya expliqué en su momento son igualmente válidos para contener grandes canciones, el hip hop parte por su naturaleza en una posición de desventaja. Aunque dicha circunstancia no ha querido ser resaltada por una parte considerable de la crítica y pública internacional, me imagino que por ser relativamente reciente (algo más de cuatro décadas) y de naturaleza urbana y esencialmente marginal.

Dos grandes grupos de razones sustentan a mi modo de ver tan tajante afirmación. Los expongo a continuación.

El primero tiene que ver con la naturaleza en sí de los temas de hip-hop. Recurriendo una vez más a la fórmula que en su momento definí para determinar si una canción es buena o no, podré explicar más claramente mi afirmación:

Acordes: un porcentaje alto de temas de hip-hop (más que en cualquier otro estilo) son directamente monocordes. Y los que no son, en su mayoría están constituidos por una única progresión armónica de 2 o 3 acordes (4 como mucho en alguno de sus mayores éxitos). Es prácticamente imposible encontrar progresiones armónicas medianamente elaboradas, lo que directamente evidencia que los compositores de hip-hop prácticamente renuncian (¿carecen del talento?) para musicalizar su creación. Así que de los 3 hipotéticos puntos, 1 sería el máximo al que podrían llegar los temas de este estilo.

Melodía principal: prácticamente por definición el hip-hop carece de melodía principal, que se sustituye por una declamación átona más o menos rítmica. En un intento por hacerlo más accesible, algunos temas de hip-hop recurren a una pequeña parte melódica, habitualmente en el estribilo. Por tanto, de los hipotéticos 2 puntos, 0,5 sería el máximo al que podría llegar un tema de hip-hop con estribillo melódico.

Instrumentación y arreglos: aquí afortunadamente no hay auto-limitación teórica: si se elabora lo suficiente, se podrían llegar a los 2 puntos teóricos. Otra cosa es que una parte considerable de los temas de hip-hop renuncian a cualquier tipo de instrumentación más o menos trabajada, y recurren simplemente a samplear un trozo de otro tema de otro estilo más complejo, y que abunden los artistas que además de la sección rítmica apenas utilicen dos o tres instrumentos. En honor a la verdad hay que decir que en los últimos años está proliferando una hornada de creadores de hip-hop (con Kayne West al frente) se toman la instrumentación y los arreglos más en serio.

Interpretación vocal: Nuevamente la auto-limitación de este estilo se deja sentir. Por mucho que haya quien nos intente convencer de lo contrario, es mucho más complejo cantar bien que declamar bien: las cualidades vocales necesarias no son siquiera comparables. Sólo en aquellos temas de hip-hop que añaden una pequeña melodía se podría considerar que existe una interpretación vocal compleja. Digamos, pues, que del máximo de 1 punto teórico, los temas de este estilo podrían alcanzar 0,5 puntos.

Letra: Obviamente el punto fuerte de este estilo. La mayor parte de estos temas contienen un número mayor de frases que cualquier otro tema de otro estilo. Otra cosa es que pueda fatigar tantas alusiones a la violencia, al sistema, a la policía y demás clichés, pero en general esta es la parte más elaborada de un tema de hip hop. Ahora bien, mi opinión es que la música no debe reemplazar a la literatura, y que las mejores letras de música pop contemporánea palidecen ante la mejor poesía publicada en el último medio siglo. Por tanto, 1 punto es el máximo teórico que se puede alcanzar en este ámbito.

Virtuosismo: En los temas de este estilo, tan escasos de instrumetación y partes vocales, es realmente difícil percibir algo de virtuosismo. No obstante, existen unos pocos maestros del sampler, que son capaces de extraer sonidos insospechados de una grabación existente, y por tanto mantengo aquí los 0,5 puntos teóricos como máximo difícil de alcanzar pero plausible.

Duración: Aquí tampoco hay limitación teórica para los 0,5 puntos que como máximo concedía a esta categoría. Lo que sucede es que por su decepcionante simplicidad armónica, instrumental o melódica, la fatiga aparece bastante antes que un tema más rico. Por eso es muy difícil para la mayor parte de los temas puntuar bien en esta categoría.

En suma, de 10 puntos posibles para cualquier otro estilo, en el caso del hip-hop el máximo es de sólo 6 puntos: un lastre demasiado alto para equipararlo al resto de estilos.

El segundo grupo de razones, más cuestionable por ser más subjetivo, tiene que ver con la relevancia de la música negra en el devenir de la música pop contemporánea. Que a mi modo de ver es enorme: la gran mayoría de los principales estilos contemporáneos surgidos en los últimos 70 años hunden sus raíces en la riquísima tradición negra, plena de sentimiento, melodía, ritmo y cualidades vocales. No sólo eso, sino que los más grandes artistas de cada género han sido en su mayor parte músicos de color: el blues (B.B. King), el rock (Jimi Hendrix), el pop (Michael Jackson), el soul (Stevie Wonder), el reggae (Bob Marley), etc. Con lo cual me apena profundamente que todo lo que haya podido ofrecer la raza negra en estas últimas cuatro décadas haya sido esa sucesión innumerable de medios tiempos átonos, carentes de virtuosismo y monótonos líricamente que es el hip-hop.

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