Un aficionado a la música pop-rock contemporánea que no se resigna a que creer que ya no se publica música de calidad.
miércoles, 5 de octubre de 2011
Falsos mitos sobre lo que es una buena canción
Hace unas semanas dedicaba una primera entrada a quiénes podrían determinar mejor cuando una canción es buena. Hoy propongo un enfoque diferente: el acercamiento a varios mitos que supuestamente permiten reconocer las buenas canciones entre las "menos buenas". Y que son, en mi humilde opinión, falsos. Procedo a desmitificarlos:
1) La música de unos estilos de música contemporánea es por defecto mejor que la de otros. Llevándolo a la práctica, que por definición la música rock sea mejor que la música de baile. Este mito obvia que, con la única excepción del hip-hop (un estilo compositivamente mucho más limitado), el resto de estilos de música contemporánea (pop, rock, soul, r&b, electrónica, etc.) comparten una estructura común: una base rítmica más o menos marcada por diferentes elementos de percusión; varias secciones de acordes convenientemente arregladas para que progresen de manera natural, y remarcadas de diferentes formas por todos los instrumentos no percusivos empleados; y una melodía principal (ya sea cantada o no). Así de simple es la fórmula mágica común a todos ellos. Por lo tanto, toda composición de dichos estilos estará en igualdad de condiciones a la hora de ser considerada buena. Otra cosa es que algunos estilos hayan sido más cultivados con uno u otro fin en distintas décadas y ello haya dado lugar a un número mayor de buenas canciones en ellos durante ese periodo, pero a priori todos (salvo el hip-hop) pueden ser el núcleo de una buena canción.
2) La música interpretada con instrumentos acústicos es mejor que la interpretada con instrumentos eléctricos. Algo así como si los hace unos años populares unplugged fueran de mayor calidad que una canción que recurre a dos guitarras y un bajo eléctricos y a diferentes pedales y amplificadores. Éste es un mito muy arraigado, hasta el extremo de que aún hoy muchos consideran que los mal llamados cantautores (ya saben, voz y guitarra o piano acústicos y unas letras más o menos comprometidas) entregan composiciones mejores que aquellos que "sólo hacen ruido". Quienes así opinan ignoran que la inmensa mayoría de las canciones de los principales estilos se componen con esos mismos elementos (voz y piano o guitarra acústicos), y que la diferencia es que después el artista de turno intenta enriquecer su creación con diferentes instrumentos eléctricos. Con lo cual en no pocos casos este mito tendría más lógica en sentido opuesto.
3) La música interpretada con instrumentos eléctricos es mejor que la interpretada con instrumentos electrónicos. Es decir, como si una pieza de heavy-metal fuera por defecto mejor que una composición de, pongamos, techno. Quienes así opinan ignoran que tan complejo como interpretar un solo de guitarra a 140 bpm puede ser secuenciar en ProTools una sucesión de sampling vocales que sería imposible de crear con cualquier otro medio. El mito de que la música electrónica es sólo pulsar un botón está muy extendido, pero la realidad es que cada instrumento tiene su complejidad y sus posibilidades, y puede ser igual de válido para instrumentar una composición.
4) Las composiciones musicales con un virtuosismo interpretativo incuestionable son mejores que aquellas que carecen de él. Evidentemente las dosis de virtuosismo pueden enriquecer una buena canción, pero desgraciadamente hay un gran número de músicos virtuosos (con su voz o un instrumento determinado) que producen canciones de baja calidad. En cambio, otros artistas mucho más limitados técnicamente han logrado dejar temas imborrables gracias a sus dotes compositivas.
5) Una canción con una letra brillante es una buena canción. Quienes así piensan obvian que estamos hablando de música y no de poesía. La música se basa en la escala pentatónica, no en las palabras: la letra es un complemento, un añadido que evidentemente puede realzar una buena canción pero nunca salvar una mala canción. La historia de la música (y no sólo contemporánea) está plagada de composiciones instrumentales que son también canciones excepcionales. Y también de multitud de canciones con una letra mediocre (cuando no prescindible) que sin embargo no han dejado de ser composciones memorables.
6) Una canción "seria" es mejor que una canción "divertida". Como decía en la entrada a la que aludía anteriormente, el objetivo de la música es provocar emociones en quienes las escuchan. Y tan interesante puede ser una canción que nos provoca tristeza o desasosiego como otra que nos provoque excitación o alegría. Todas son emociones humanas. Tal vez este mito se base en que en general la música divertida puede ser más un complemento de un evento o un acto que es ya por sí divertido, mientras que la música seria puede ser tal vez el único elemento de una gris tarde de domingo en casa, por lo que es más esperable que la música seria requiera una mayor calidad para lograr su objetivo. Pero la historia de la música está llena de canciones divertidas maravillosas.
En fin, éstos son sólo algunos de ellos. Espero que les permitan reflexionar.
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Yo añadiría "Una canción con mensaje político es mejor que una canción apolítica" :-)
ResponderEliminar¡Ciertamente! Un gran apunte, y una base para una futura entrada.
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