Un aficionado a la música pop-rock contemporánea que no se resigna a que creer que ya no se publica música de calidad.
sábado, 29 de octubre de 2011
AutoKratz: Self help for beginners (2011)
No imaginé nunca que dedicaría una entrada al dúo británico. Me explico. El primer tema que conocí del dúo fue Always more (2009), un tema compositivamente muy sencillo (los mismos cuatro acordes todo el tiempo), poco original (esa base de acordes ya ha sido explotada por otros muchos artistas, desde Pet Shop Boys a Fine Young Cannibals) y sin embargo disfrutable, gracias a su contundencia y a su sonido contemporáneo. Por ese motivo tenía unas expectativas razonables cuando cayó en mis manos "Animal", su álbum de debut. Expectativas que quedaron completamente defraudadas: un álbum plano, muy escaso de talento, nada original, del que apenas salvé un segundo tema ("Last show"). Con lo cual, los descarté para futuras compras.
Pero hete aquí que hace unos pocos meses publican "Self help for beginners" y la crítica lo ensalza notablemente, incluyendo un 4 sobre 5 de la revista Q. Bueno, me digo, algo han debido de mejorar, vamos a darles una segunda oportunidad. Así que escucho el primer sencillo "Opossite of love", y no encuentro más que un tema anodino de electropop de atmósfera oscura, cuyo único punto digno de mención es la actualidad de su sonido. Pese a todo, decido que algo ha debido ver la crítica en ellos, así que me colocó los auriculares...
¿Y qué escucho? Pues un album casi tan flojo como su predecesor. Tan escaso de talento como limitado en cuanto a su variedad de registros, que insiste en sus percusiones machaconas, en temas instrumentales que casi no merecen el calificativo de composiciones por su base monocorde, su estridencia vacía y su ausencia casi total de instrumentos ("The seventh seal", "Skin machine", "A-Train"), y en composiciones con melodías apenas susurradas porque en realidad no dan para más. Ni siquiera cuando dan con una base de acordes lograda y potencialmente disfrutable ("My own black heart") encuentran la inspiración para enriquecerla, explotarla y construir a partir de ella una gran canción.
Por salvar algo, el optimistamente infeccioso "Their gun", que recuerda poderosamente a los Erasure de la última década (buena idea, mala terminación por repetitivo), la digna melodía pop de "Fireflies", y claro, ese "Becoming the wraith" que, sin ser tampoco ninguna maravilla, cuenta con la partipación de Peter Hook al bajo, lo que nos predispone completamente a su favor (y es que la nostalgia de los míticos New Order todavía es mucha).
Ahora que Erasure han publicado nuevo disco, voy a a ver si unos maestros cincuentones y de vuelta de casi todo siguen pudiendo con este endeble discípulo...
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