El año 2021 está siendo sin duda el más decepcionante en cuanto a novedades musicales desde que arranqué este humilde blog hace ya una década. Entiendo que la pandemia y el confinamiento han dificultado la creatividad durante muchos meses, y han aconsejado posponer determinados lanzamientos a la espera de una época más propicia. Pero ello ha provocado que casi todos los álbumes que han visto la luz en estos primeros cien días hayan sido de "artistas menores", y por más que les he dado una oportunidad ha varias decenas de ellos, aún no he dado con un álbum completo de canciones nuevas que reseñar. Y viendo las nuevas creaciones anunciadas, el panorama de aquí al verano no es mucho más alentador.
Otro fenómeno ligado a esta pandemia que todo lo ha trastocado ha sido la popularización del EP (Extended Play) como formato para dar salida a la creatividad del pasado ejercicio. Se ve que muchos artistas han intentado aprovechar el parón para explorar nuevos caminos y, o bien no han llegado a crear material suficiente como para publicar álbumes completos, o bien no desean asumir el riesgo de que esas canciones creadas en circunstancias especiales (con menos medios, más íntimas) pasen a formar parte de su discografía de lanzamientos completos. Los EPs abundan; lo malo es que para la mayoría de los melómanos quince o veinte minutos de sus artistas favoritos suelen saber a demasiado poco.
Uno de los artistas que sigo en este blog desde que comenzó su carrera y que se ha apuntado a esta moda de los EPs es el australiano Josef Salvat. El crooner ha publicado hace escasas fechas "The close Le Reveil". Un lanzamiento sorpresa teniendo en cuenta que se cumple justo un año desde el lanzamiento de "Modern Anxiety", su segundo álbum. Que, además, había tardado nada menos que cuatro años en ver la luz desde que debutó con "Night swim" (2016). Lo lógico habría sido esperar al menos otro año más para escuchar nuevas canciones de Salvat pero, quizá por el confinamiento, quizá porque el segundo álbum se ha quedado lejos de la repercusión del primero (aunque, como reseñé en su momento, no se trataba de un mal disco), el caso es que ya tenemos aquí su nuevo material. Y, lo que es más reseñable, aunque se trata de un EP, son ocho nuevos cortes (seis canciones completas y dos intervalos menores) que completan veinteséis minutos de duración. Si recordamos que "Modern anxiety" contenía sólo dos temas más y duraba apenas treinta y tres minutos, casi podremos asumir que "The close Le Reveil" es más el tercer álbum del australiano que un simple EP.
Una asunción que se sustenta, además, en lo elaborado de los temas que contiene. A menudo los EPs sirven para formatos más íntimos, para versiones de otros artistas, o simplemente para recuperar temas descartados en su momento. No es el caso de este "The close Le Reveil": el disco está constituido sólo por temas nuevos, y forma un todo bien cohesionado y lo suficientemente variado para que sus seguidores no sientan que no reciben lo suficiente por su dinero. De hecho, con sólo un tema más que hubiera contenido ya habría llegado a la media hora, y hablaríamos a todos los efectos del nuevo álbum de Salvat. En todo caso, los ocho cortes dejan buen sabor de boca. Aunque no debemos considerar los sesenta y nueve segundos "Voice Memo 06.08.20" como una canción representativa: se trata de una mera introducción en la que sobre un loop electrónico y los coros de Salvat, la voz de una chica reprende a su pareja. El álbum comienza realmente con el segundo corte, "First time": el hecho de tratarse de una balada y de comenzar con poco más que el piano y la voz del australiano puede hacernos pensar que el EP va a ser eso, espartano e íntimo. Pero nada más lejos de la realidad. De hecho, la desgarradora tristeza de sus dos minutos iniciales va creciendo gradualmente hasta transformarse, cuando aún quedan dos minutos y entra el platillo de la batería electrónica, en un tema bailable, de percusión contundente, muy conseguido. Lógico que haya sido elegido como el sencillo de presentación del EP.
"Swimming upstream" sí que es ese baladón melancólico sobre una pareja que nada a contracorriente para intentar continuar: piano, guitarra acústica y la estupenda interpretación vocal de Salvat. Pero Salvat no es el típico crooner soso, e incluso en el tema más intimista (y conservador) del disco añade una batería, sus voces haciendo coros, una coda con otra melodía... "One more night" es para mi gusto el mejor momento del EP: su precioso, elaborado y cinematográficamente inquietante comienzo da paso a un tempo alto y a un tenebroso colchón de bajo sintetizado y sintetizador oscuro que se adhiere a nuestro cerebro y lleva la desasosegante melodía a otra dimensión. El cambio de tonalidad de la segunda estrofa, resaltado al dejar sólo la voz de Salvat y el piano, es genial, y la sensual letra muy adecuadada al conjunto. Por ponerle algún pero, el estribillo en notas tan altas y sobre la misma progresión armónica de la estrofa acaba volviendo la canción un poco monótona conforme avanza el minutaje. Tras este temazo, "Photos" es el segundo interludio del EP, un colchón electrónico sobre el que Salvat canta una dulce melodía que sin duda podría haber explotado más de los cincuenta y ocho segundos que dura.
"Peaches" es un medio tiempo de pop luminoso y original instrumentación que no formará parte de lo mejor de su carrera pero que tampoco desentona en ella. Aunque queda bastante por debajo de "Carry on", una de esas melodías de pop sesentero tan perfectas que parece mentira que no se trate de una versión. Con una instrumentación menos electrónica que no le resta protagonismo y una duración contenida, es el último gran momento del EP. Porque "I miss you", a pesar de su elaborado arpegio de piano, su sección de cuerda, su guitarra acústica de complmento y su sinceras letra y melodía vocal, es el tema más flojo, en el límite de lo sensiblero.
En todo caso, después de unas cuantas escuchas queda claro que el australiano no sólo no ha perdido la inspiración durante la pandemia, sino que incluso ha conseguido superar el nivel medio de "Modern anxiety". Mejor que pensar en que podría haber sido el grueso de un gran álbum, quedémonos con que este "The close Le Reveil" alberga cuatro o cinco temas que sin duda son de lo mejor que puede ofrecer la música pop elegante e intemporal en este 2021. Que ya es bastante.
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