domingo, 3 de febrero de 2019

Otras 20 canciones más que interesantes de 2018

Como ya anticipaba en mi anterior entrada, dedicada a las en mi opinión 20 mejores canciones internacionales de 2018, el año ha sido lo suficientemente interesante a nivel de sencillos/videoclips como para proponer otra lista con 20 canciones adicionales. Que si bien no llegan a los niveles de excelencia de aquéllas, sí que merecen una reseña. Es cierto que el 2018 no ha sido un año en el que hayan abundado los álbumes de gran nivel, pero también es verdad que las plataformas de streaming y las redes sociales están favoreciendo en estos últimos años la preeminencia del formato sencillo: tres o cuatro minutos de un cierto artista, que siempre podremos enlazar con otro tema que nos guste de otro artista. Y este fenómeno, que para mí es más negativo que positivo porque siempre he preferido un buen álbum a una "simple" colección de canciones, posibilita en cambio que proliferen canciones de artistas a los que el formato álbum les puede venir grande en un momento dado, pero sí que poseen la inspiración y el talento suficiente como para entregar una canción más que interesante.

La lista que les propongo ahora es eso: una colección de 20 temas de artistas que no figuraron en mi anterior lista pero que merecen una reseña. Con los mismos criterios ya conocidos: una sola canción por artista, que haya visto la luz en formato sencillo o videoclip, y que no corresponda a artistas españoles. Buscando, como siempre, la creatividad, la originalidad, la calidad en la interpretación y la capacidad de emocionarnos. Y sin ningún otro criterio para presentarlas, ni de país de origen, ni de nuevos artistas frente a artistas consagrados, ni de estilo. Solamente 20 grandes canciones:

Death Cab For Cutie - "I dreamt we spoke again". El mejor sencillo de un álbum mucho mejor de lo que sus supuestos temas estrella anticiparon. Su personalísimo pop melancólico puede seguir existiendo sin Chris Walla.

Jenn Champion - "Coming for You". Una veterana de la escena alternativa que por fin dio el salto a la primera división con este intimista temazo de pop atemporal.

Rezz x Blanke - "Mixed signals". Una de las colaboraciones más interesantes del año pasado: Rezz aporta EDM y new beat, Blanke ambient a lo Aphex Twin. Y el resultado es brutal, sobre todo si se escucha a todo volumen.

Morgxn - "Carry the weight". Otro de los debuts más interesantes del año pasado. El estadounidense Morgan Karr nos cautivó con este medio tiempo que mezcla a partes iguales indie pop y R&B del siglo XXI, con coros soul en el estribillo incluidos.

Colouring - "Time". Otro debut mas, muy en la línea de las playlists de Mr. Suicide Sheep por envolvente y elegante, pero con guitarras, apta para la pista de baile y hasta con un estribillo en falsete. Esperando a que publique su primer álbum.

Emika - "Run". Desde el Reino Unido pero con una fuerte influencia de su República Checa natal, el tema más gélidamente adictivo del año pasado. Pop electrónico que no mira al pasado.

Empress Of - "I don't even smoke weed". Un trallazo de pop bailable que recuperó para el año 2018 el freestyle que arrasaba en Miami a mediados de los ochenta. Irresistible.

Promenade Cinema - "Polaroid stranger". Recuperando la oscuridad del techno-pop de bandas de principios de los ochenta como Ultravox o B-Movie, pero actualizando el sonido con clase y una evocadora melodía.

MGMT - "Me and Michael". Tras prácticamente una década por fin los estadounidenses publicaron un sencillo que pudiera mirar a los ojos a su casi mítico "Kids". Indie pop para todos los públicos.

Leon Else - "My kind of love". Mi tema favorito de todos los que he podido escuchar de bandas sonoras de películas y series de televisión el pasado año. O como demostrar que en el siglo XXI los hombres pueden seguir cantando temas de pop bailable con voz masculina y tonos graves.

Fischerspooner - "Have fun tonight". El inesperado retorno del dúo de Nueva York, después de casi una década y bajo los auspicios de Michael Stripe de R.E.M. como productor ejecutivo. Electroclash gay para altas horas de la madrugada.

Rolling Blackouts Coastal Fever - "Talking straight". Desde Australia, indie rock sin sorpresas pero con una capacidad inesperada de sonar frescos y disfrutables. ¿Será por su certero estribillo? ¿O por sus excelentes intervalos instrumentales?

Tiny Deaths - "Us". Su segundo álbum bajó mucho el nivel de su excelente opera prima, pero al menos contenía este desasogante tema de electrónica casera y extraña melodía.

Years and Years - "Sanctify". Una de las mayores esperanzas del pop británico del último lustro regresó con mucho menor impacto comercial del que se esperaba. Y eso a pesar de este notable tema, que podía haber firmado el propio Michael Jackson.

Holychild - "Bathroom bitch". Tres intensísimos minutos de power pop que no le hace ascos a las posibilidades instrumentales del año 2018. Esperemos que el resto de su segundo álbum esté a un nivel similar, sería uno de los discos de 2019.

IAMX - "Alive in new light". Chris Corner sigue a lo suyo: en su octavo álbum en solitario volvió a mezclar trip-hop y dark cabaret, no siempre inspirado pero con momentos tan sobrecogedores (y difíciles de cantar) como éste.

Janelle Monáe - "Make me feel". Vale que sus acordes son esencialmente los mi-la-si que desde hace más de sesenta años se han usado en miles y miles de canciones de blues y rock&roll, y que el estilo bordea el plagio del "Kiss" de Prince, pero aun así suena moderno y resulta infalible para la pista de baile.

Roosevelt - "Losing touch". El alemán Marius Lauber es capaz de mirar al italo disco de mediados de los ochenta y actualizarlo a nuestros días envuelto en electrónica indie. Ideal para espabilarse después de un madrugón.

Miriam Bryant - "Black car". La cantante sueca sabe mezclar en este medio tiempo soul y pop a partes iguales, y dotarlo de personalidad con esa voz grave y a contracorriente que tanto se agradece.

Rick Astley - "Try". El londinense retornó a rebufo de su "50" de 2016 con un disco mucho menos inspirado, pero que contenía esta balada de arreglos rockeros, meritoria y deudora de los Coldplay más clásicos a partes iguales. Y cantando mejor que Chris Martin.

Como ven, una mezcla curiosa de grandes nombres, retornos inesperados, propuestas minoritarias y mainstream, nuevos artistas que vienen pisando fuerte... Y que una vez más pone de manifiesto que, si lo intentamos, a pesar de tanto hip-hop, tanto reguetón y tanto revival, aún podemos emocionarnos con la música popular contemporánea.

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