martes, 2 de agosto de 2016

Marsheaux: "Ath.Lon" (2016)

Tras tres años sin editar un álbum con temas propios (en 2015 publicaron su revisión íntegra del álbum "A broken frame" de Depeche Mode), el dúo femenino formado por Marianthi Melitsi y Sophie Sarigiannidou han regresado hace unas pocas semanas con este "Ath.Lon", el sexto álbum de su carrera. En un momento muy relevante de la misma, ya que tras más de una década de actividad se han ido ganando poquito a poco un reconocimiento a nivel internacional muy difícil de conseguir para una banda de origen griego, hasta el punto de que como su título indica, buena parte de este disco ya se ha gestado y grabado en Londres (además de en Atenas). Además, su anterior álbum ("Inhale", que ya reseñé en este mismo blog) las consolidó como una banda capaz de entregar no sólo buenos temas sino también álbums completos, por lo que las expectativas de esta nueva entrega eran muy altas. Desgraciadamente el disco supone en mi opinión un paso atrás que les va a impedir ese gran salto que parecían a punto de dar, y quizá incluso pierdan por el camino parte de sus fieles seguidores.

Y es que una cosa es recrear en pleno siglo XXI el synthpop que triunfó en los ochenta, actualizando su sonido y orientándolo a las pistas de baile más indie, y otra distinta es retroceder tanto en la revisitación que dé la impresión que más que la inspiración se busca el homenaje explícito. Algo que por otra parte no está relacionado con ningún cambio en la composición de la banda, ni siquiera con sus colaboradores en la producción, los habituales y también griegos Fotonovela. Simplemente Marianthi y Sophie se han excedido en esa mirada al pasado, han ralentizado en exceso los bpms y han tirado de oficio para rematar algunas composiciones que probablemente no hubieran entrado en álbumes anteriores. Todo lo cual provoca que el resultado sea un disco irregular, que tarda mucho en despegar y no contiene ningún nuevo hallazgo que incorporar a sus "clásicos".

Es cierto que una de las mejores habilidades del dúo ha sido históricamente sacar partido a unos temas que desde el punto de vista compositivo eran en ocasiones relativamente sencillos, pero que con inteligencia en los arreglos y una instrumentación muy pulida resplandecían. Pero a nivel compositivo existe un mínimo con el que trabajar, que en mi opinión no alcanza el tema que abre el disco, "Burning": una canción que intenta ser intensa a lo Gary Numan, de ritmo sincopado, pero muy simple compositivamente y sin gancho alguno. "Like a movie" es el primero de esos homenajes a los que me refería, en este caso a sus admirados Orchestral Manoeuvres In The Dark, una melodía de pop limpia e interludios musicales presididos por un sintetizador típico en los mejores momentos los británicos, pero también con una cuestionable sensación naif y una producción lo-fi que la retrotraen demasiado en el tiempo. "Sunday" es la primera canción que llega al mínimo esperable para este álbum: sin ser una maravilla, ni tampoco un retorno a los ritmos rápidos y bailables que tanto han explotado en previos álbumes, es un tema sintético y envolvente que podría figurar en otros discos suyos más inspirados. "Wild heart" es el segundo obvio homenaje, en este caso a los New Order de "Power, corruption and lies", con ese arpegio de bajo enlatado a lo Peter Hook que lidera los intervalos instrumentales, y también con una melodía simple en su ramplón estribillo y una instrumentación extrañamente espartana para lo que es habitual en el dúo.

Al rescate viene "Now you are mine", que podríamos definir como el "mejor tema que han grabado los Depeche Mode en la última década", aparte de ser en mi opinión el mejor tema del álbum. Se nota que las griegas son fans de los británicos, y que apenas hace año y medio que versionaron íntegramente uno de sus álbumes, como comentaba antes. Aunque es cierto que su aportación bordea el "Never let me down again" de los británicos con su ritmo cadencioso, su caja sobredimensionada y su estructura análoga, no es menos cierto que es una acertada progresión armónica, que la melodía acompaña y que le dan su toque característico con ese cambio de notas con los mismos versos que hacen en el segundo estribillo. "Strong enough" sí suena a ellas mismas, y ese arpegio de teclado que imita a una voz sintetizada nos predispone para un trallazo de pop luminoso, pero falta un bombo en la mitad de los compases, un estribillo menos etéreo y una parte nueva más inspirada para llegar a ese nivel. "Safe tonight" es el tema escogido como sencillo de presentación y un nuevo homenaje a los The Cure de "Just like heaven", cuya progresión armónica principal calcan y expanden hasta ocupar todo el tema. Con lo cual el resultado es una buena canción, con una letra reconfortante aunque quizá con un estribillo un poquito "blando" y simple, pero que por supuesto no se acerca al mítico himno de Robert Smith. "Mediterranean" es otro tema interesante sin ser brillante, extrañamente lento, que va enganchando poco a poco y tiene como punto álgido unos intervalos instrumentales estratégicamente situados. "Let's take a car" recupera por fin a las Marsheaux desenfadadas, que no juegan a ser otros sino que se limitan a ser ellas mismas con un tema rápido, una letra hedonista y un buen estribillo. Lástima que la producción sea menos inspirada que de costumbre, en especial su sección rítmica más propia de hace un cuarto de siglo.

"The beginning of the end" es el cierre de la versión estándar del álbum, y también la balada del mismo. Un tema con mucho contraste entre las partes instrumentales (que emulan una sección de cuerda de atmósfera ominosa, y están muy conseguidas gracias a la sugerente progresión armónica) y las partes vocales (con una melodía no muy afortunada, de notas demasiado altas para las limitadas cualidades vocales de las griegas), por lo cual resulta extrañamente irregular. Un mejor cierre del álbum es "Butterflies", tema adicional en la mayoría de ediciones disponibles, que aunque pide a gritos más bpms para sacarle el máximo partido a la composición, al menos recupera una de las mejores virtudes del dúo: uno de esos estribillos irresistibles que llegan sin previo aviso. Existe una versión limitada del álbum con cuatro temas más, pero no he podido conseguirla hasta la fecha, por lo que no puedo decir si consiguen mejorar la impresión global del álbum. Que tras varias escuchas, sobre todo si nos saltamos los primeros cuatro cortes, cumple la papeleta. Pero desgraciadamente no brilla.

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