A lo largo de los tres años de existencia de este humilde blog he presentado temas y álbumes de artistas británicos, estadounidenses, australianos, españoles, franceses... Es la primera vez sin embargo que reseño un álbum de unos artistas griegos. Sin duda Grecia es un país relativamente alejado de los circuitos musicales internacionales, pero no por ello al margen de las tendencias más importantes. Es el caso de la revisión de los años 80 en general y del techno-pop en particular, el estilo que cohesiona el segundo álbum del dúo Fotonovela (escrito así, en español), que vio la luz el pasado mes de diciembre. La banda de Nikos Bitzenis y Giorgios Geranios ya era conocida por haber remezclado a algunos de los tótems del género como The Human League o Pet Shop Boys, pero sobre todo por haber producido las últimas entregas del dúo femenino griego Marsheaux, posiblemente la banda más interesante de aquel país y que ya ha merecido de sobra una entrada en este blog.
Más alejado de las pistas de baile que su álbum de debut, este "A ton of love" es un álbum de vocalistas invitados. Lo cual en general suele ser complicado de conjugar con un disco homogéneo y disfrutable en toda su extensión, dadas las particularidades de cada vocalista, el momento y el lugar en el que se compone y se graba cada tema, etc. No es el caso de este "A ton of love", y esa sorpresa es la que me ha animado a reseñarlo y recomendarlo en este blog. Cada uno de los once temas de este equilibrado álbum se centra en ese pop con sonido contemporáneo pero alejado de los clics más habituales de las radiofórmulas, que a la vez rinde tributo al techno de la primera mitad de los ochenta: canciones todas ellas con una sección vocal completa, con partes claramente diferenciadas, una duración siempre contenida y un amplio abanico de emociones.
El álbum se abre con "Big Black Hole", con intervención vocal precisamente de Marsheaux: un medio tiempo agradable, susurrante, sintético, con un ritmo original y bien producido que, en su tramo final y sin previo aviso, resplandece cuando empieza aquello de las "Bad things...". Le sigue "Our Sorrow", con James New de los extintos Mirrors en la parte vocal: otro medio tiempo cuya melodía es un claro tributo a O.M.D., agradable aunque tirando a melosa. El nivel sube de nuevo con "Justice", uno de los momentos álgidos del álbum a pesar de su letra repetitiva, en la que Sarah Blackwood de Client y Dubstar se encarga de la parte vocal: por momentos recuerda al sonido Client con sus frecuencias bajas obsesivas y sus excelentes estrofas oscuras, coronadas por un estribillo decente. "Arrows", con Jon Beck de la nueva promesa británica Echoes, baja un poco el listón a pesar de sus bonitos arpegios de guitarras y de un tramo instrumental final muy bien trabajado.
"Clean state", el quinto corte, otro momento álgido, está brillantemente interpretada por Beth Cassidy, ahora vocalista de los veteranos y recientemente resucitados Section 25, y es un recomendable tratado de pop intimista y emotivo, en la línea de los momentos más pop de los islandeses Múm. En "Romeo & Juliet" repite James New, en esta ocasión con un tema algo menos luminoso y para mi gusto, ligeramente superior a "Our sorrow" aunque sigue sin ser de los más destacados. "Freeze Frame" es otro de los momentos más interesantes: con Kid Moxie (o lo que es lo mismo, la también griega aunque afincada en California Elena Charbila) en la parte vocal, se trata de un tema con percusión de aroma africano, un efectivo bajo sintetizado y una cautivadora frialdad en las estrofas y el estribillo que a mí me trae a la memoria los mejores momentos de Propaganda. "Heartful of Nothing" está interpretada por Daryl Smith del para mí desconocido dúo They Go Boom!!, y lo cierto es que nuevamente se trata de un estupendo tema con unas armonías preciosas, muy en la línea de los Erasure de los 90, y que Nikos y George van haciendo crecer con una habilidad innegable.
En el tramo final repiten dos artistas: Marsheaux con "Close To Me", otro tema en el que ponen de manifiesto su absoluta sintonía con Nikos y George a la hora de hacer un synth-pop contemporáneo de calidad, rematado por el subidón que provoca el mejor estribillo del álbum, muy en la línea del italo disco de mediados de los 80; y Sarah Blackwood con "Beautiful", que en esta ocasión toma como referencia su etapa en Dubstar para interpretar con solvencia un tema rápido y con unos cambios de tonalidad muy interesantes en la entrada al estribillo y en el propio estribillo. El álbum se cierra con "Love without Fear", la colaboración con Patrick Donohoe de Claps, un tema rápido que aunque mantiene el estilo global del disco y recuerda vocalmente a los Thompson Twins, tiene algún detalle más contemporáneo y baja un escalón con respecto a los mejores momentos del álbum a causa de una melodía un tanto forzada.
Pero a pesar de este tipo de detalles, y a la ausencia de un tema estrella claro, la impresión que perdura en el melómano es la de un álbum solvente, que revisita sonidos y estilos de muchos de los artistas de la época dorada del género con respeto y más talento que por ejemplo el sobrevalorado debut de Chvrches, el cual ya reseñé en este mismo blog. Esperemos que el dúo repita y no sea flor de un día, pues creatividad les sobra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario