A diferencia de otros años, este 2017 he tenido bastantes más dificultades para elaborar la lista de las 20 mejores canciones que propongo anualmente. Así que tras unos días en los que he tenido a menudo la impresión de que estaba dejando en el olvido otro buen puñado de canciones (que no habían tenido la oportunidad de aparecer por este blog ni como parte de sus álbumes de 2017, ni en dicha lista de mejores canciones), me he animado a crear una nueva entrada para darles la visibilidad que creo merecen.
Eso sí, dado que considero que ninguna de ellas merecía estar en la lista de las 20 mejores, no me he planteado ordenarlas "del 21 al 40". Me ha parecido más atractivo agruparlas en tres categorías: temas de artistas nuevos (o casi, al menos para el público en español); temas de artistas que históricamente han sido seguidos con atención por este blog, pero que con sus álbumes de retorno en 2017 no alcanzaron en mi opinión el nivel para merecer una entrada independiente; y temas de artistas veteranos, que en la mayoría de los casos regresaron tras muchos años de silencio. Una manera fácil de descubrir nuevos artistas, reseñar lo más notable de los retornos de artistas consolidados, o de dar visibilidad a artistas veteranos que volvieron a la creatividad.
Temas de artistas "nuevos":
Pixx - Waterslides. Esquizofrenia ochentera... y un maravilloso estribillo por música y por letra.
Anna Of The North - Someone. La música propone una mezcla entre Kim Carnes y Belinda Carlisle, pero la voz nórdica y la sensibilidad australiana para el pop equilibran el resultado.
Bicep - "Aura". Si Orbital siguieran en activo y con la misma energía festivalera de los noventa, quiza hubieran entregado este adictivo llenapistas.
Lany - "ILYSB". Sensibilidad estadounidense con los instrumentos justos.
Plaitum - "Ovation". Su esperado álbum de debut resultó muy monótono, pero contenía este gran tema de trip-hop contemporáneo.
Alex Cameron - "Runnin' Outta Luck". Pop australiano intemporal que es digno heredero de tótems como Men At Work.
Temas de artistas que retornaron el pasado 2017:
Halsey - "Not afraid anymore". Ninguno de los sencillos de su segundo álbum ("Hopeless fountain kingdom", también de 2017) llegó al nivel de este intenso tema de la banda sonora de "Fifty shades darker".
Imagine Dragons - "Whatever it takes". Su flojo y excesivamente comercial tercer álbum ("Evolve") contenía un par de temas interesantes, más este medio tiempo que actualiza su sonido sin perder su personalidad, ni tampoco la fuerza de sus estribillos.
Lana del Rey - "Love". Una vez más la base armónica con los mismos acordes del "Let it be" de The Beatles, expoliados por tantos y tantos artistas. Pero llevados con inteligencia a su pop sugestivo y melancólico.
The XX - "I dare you". Su "I see you" flojeó a nivel de sencillos, salvo por este tema más bailable y menos espartano que de costumbre.
Liam Gallagher - "Wall of glass". "As you were" recreaba en solitario la primera época de Oasis, con resultados variables, pero nunca tan notables como en este tema que bordea su mítico "Supersonic" y lo actualiza con una instrumentación contemporánea.
Haim - "Right now". "Something To Tell You" fue un retorno continuista y escaso de talento, pero justo cuando abandonaron su auto-parodia y se adentraron por nuevos terrenos salvaron la papeleta, como en esta personal y emocionante balada.
Anohni - "Paradise". El artista antes conocido como Antony sigue modernizándose en esta tormentosa balada de colchón electrónico y el acierto de acompañarla con menos gorgoritos vocales que de costumbre.
Temas de artistas veteranos:
Jamiroquai - "Automaton". El retorno del vaquero del espacio con un sencillo infeccioso que suena a él mismo y a la vez a 2017.
Michelle Branch - "Hopeless romantic". Tras nada menos que catorce años la estadounidense retornó con un álbum sin personalidad, y sin embargo con este melancólico y genuinamente americano tema.
Garbage - "No horses". Quizá por la escasa repercusión de su "Strange Little Birds" de 2016, el cuarteto sorprendió con este sencillo extraído de la nada el pasado verano. Quizá su mejor tema en años.
Rusty Egan feat Emily Kavanaugh - "Evermore". El veterano DJ y miembro de bandas como Rich Kids o Visage retornó el año pasado con un evocador álbum de colaboraciones, entre las que sobresalía este tema irreprochable, de gusto añejo, con la colaboración de la susurrante vocalista de Nightclub.
Alphaville - "Heartbreak City". Otros veteranos que regresaron en 2017 tras un montón de años. La banda de Marian Gold se arrimó al funky en este sugestivo tema, aunque el estribillo sigue recordando a sus clásicos de hace... treinta y cinco años.
Animotion - "Last Time". Tras ¡veintiocho años! la banda de Astrid Plane regresó con este freestyle por el que parece que no han pasado los años. Fieles a sí mismos hasta el final.
Erasure - "Just A Little Love". Andy Bell y Vince Clarke nunca se han ido realmente, pero justo al final de su prescindible "World be gone" del año pasado se incluía este eficaz tema, que nos retrotrae a épocas más inspiradas.
Un aficionado a la música pop-rock contemporánea que no se resigna a que creer que ya no se publica música de calidad.
domingo, 28 de enero de 2018
sábado, 20 de enero de 2018
Las 20 mejores canciones internacionales de 2017
Como ya es costumbre en este humilde blog ha llegado la hora de echar la vista atrás y proponer listas que nos permitan sintetizar lo mejor de este 2017 que acaba de finalizar. Una vez más rehusaré proponer una lista con los mejores álbumes del año, dado que el volumen de discos publicados excede ampliamente los cincuenta o sesenta que consigo escuchar anualmente. Pero una vez más vuelvo a proponer una lista con 20 canciones internacionales que recordar de este 2017. Con los dos criterios ya habituales: seleccionar temas que hayan visto la luz en formato sencillo/videoclip, y escoger una única canción por artista, para conseguir una panorámica lo más amplia posible del planeta musical contemporáneo. Con la ambición de localizar la emoción, el talento, la personalidad, la melodía y, al fin y al cabo, la calidad que siempre anhela encontrar este blog.
Tras varios años con poca presencia, los E.E.U.U. han recuperado pujanza y presencia en esta lista, copando casi la mitad de los temas. Algo parecido se puede decir del Reino Unido, aunque este último siempre ha estado ampliamente representado en estas listas por ser un territorio menos devastado musicalmente por la mediocridad del hip-hop. Pero siempre queda un hueco para propuestas de otras partes de Europa o de las Antípodas. Ésta es la lista:
1. Little Cub - "Too much love". Casi cualquier sencillo de su "Still life", mi álbum favorito del 2017, podría haber encabezado esta lista. Pero "Too much love" se distingue de ellos por esa increíble transición de ida y vuelta entre pop elegante y llenapistas. Los británicos son únicos.
2. Furniteur - "Swimming". No es sólo una excelente balada de electro-pop clásico. Para mí es la mejor melodía del año.
3. Daughter - "Burn it down". Algo así como mezclar a Florence & The Machine con UNKLE. No se sabe si es folk, si es rock, si es ambient... Simplemente tres minutos descomunales.
4. London Grammar - "Non believer". En su segundo álbum entregaron el tema más elegante del año: la maravillosa voz de Hannah Reid al servicio de una subyugante melodía y la intemporal produccion de Paul Epworth.
5. The Horrors - "Machine". Para mí el mejor tema de rock de los pasados doce meses: estructura clásica, instrumentación brillantísima, una cadencia ruidista que se adhiere a nuestro cerebro.
6. The Killers - "Run for cover". Su flojísimo "Wonderful wonderful" contenía este formidable tema, al nivel de los mejores momentos de su carrera. Rápido, enérgico, inconfundible.
7. Alt-J - "Deadcrush". Otro álbum muy flojo, otro tema digno de los mejores momentos de su carrera: obsesivo, penetrante, original, de nuevo inconfundible.
8. Portugal. The man - "Live in the moment". Dieron el pelotazo con "Feel it still", pero en su irregular "Woodstock" escondían momentos aún mejores, como este casi perfecto maridaje entre psicodelia, rock y sonidos contemporáneos.
9. Mating Ritual - "Second chance". Una nueva y sugestiva banda que recupera la mejor tradición californiana de power pop, eso sí, llevado a nuestros días. Irresistible.
10. Joe Goddard - "Music is the answer". O cómo convertir un perdido tema de finales de los ochenta en un elegantísimo cóctel de pop, baile y electrónica. Exquisito.
11. Illenium - "Fractures". Podríamos definirlo como la sensibilidad de los Cranberries menos melosos llevada al año 2017. O como el tema que The Chainsmokers aspiran a entregar algún día.
12. Sylvan Esso - "Die young". Un poquito de Lamb, otro de Róisín Murphy y el toque siempre singular de la electrónica americana. ¿Balada?
13. Odesza - "Higher ground". Conjugaron algo casi imposible en los E.E.U.U.: musica electrónica y éxito masivo. ¿Las razones? Una gran melodía y unas aún mejores armonías.
14. Kaleida - "Echo saw you". Su más que interesante debut conjugaba a menudo synth-pop minimalista e interpretaciones emocionantes. Éste es uno de sus mejores exponentes.
15. Empathy Test - "Bare my soul". Su original apuesta de publicar simultáneamente sus dos álbumes de debut no salió del todo redonda, pero contenía temas tan elegantes y cautivadores como éste.
16. Lorde - "Perfect places". Quizá el mejor sencillo de la música mainstream a nivel mundial. Lorde acumula audiencias millonarias sin renunciar ni a su personalidad ni a su talento.
17. Curxes - "In your neighbourhood". Un emocionante equilibrio entre la indietrónica y los años ochenta, que crece con cada nueva escucha.
18. Cut Copy - "Airborne". Un arriesgado paso en su carrera que se resolvió acertadamente encajando las influencias del funky y los coros femeninos con la fuerte personalidad de la banda.
19. Beth Ditto - "We could run". Su ecléctico debut en solitario contenía este tema que insufla optimismo con su excelente a la vez que clásica melodía.
20. Claire - "Friendly fire". Los mejores temas de "Tides" no vieron la luz en formato sencillo, pero este tema de pop nórdico y cristalino demuestra su talento no sólo como compositores sino también como intérpretes.
Seguro que echan de menos otros temas de gran calidad que se han quedado fuera (la cosecha en 2017 ha resultado particularmente abundante). Pero estoy seguro de que ninguna de las canciones de esta lista sobra, y demuestra que si nos lo proponemos sigue siendo sencillo encontrar emoción y creatividad.
Tras varios años con poca presencia, los E.E.U.U. han recuperado pujanza y presencia en esta lista, copando casi la mitad de los temas. Algo parecido se puede decir del Reino Unido, aunque este último siempre ha estado ampliamente representado en estas listas por ser un territorio menos devastado musicalmente por la mediocridad del hip-hop. Pero siempre queda un hueco para propuestas de otras partes de Europa o de las Antípodas. Ésta es la lista:
1. Little Cub - "Too much love". Casi cualquier sencillo de su "Still life", mi álbum favorito del 2017, podría haber encabezado esta lista. Pero "Too much love" se distingue de ellos por esa increíble transición de ida y vuelta entre pop elegante y llenapistas. Los británicos son únicos.
2. Furniteur - "Swimming". No es sólo una excelente balada de electro-pop clásico. Para mí es la mejor melodía del año.
3. Daughter - "Burn it down". Algo así como mezclar a Florence & The Machine con UNKLE. No se sabe si es folk, si es rock, si es ambient... Simplemente tres minutos descomunales.
4. London Grammar - "Non believer". En su segundo álbum entregaron el tema más elegante del año: la maravillosa voz de Hannah Reid al servicio de una subyugante melodía y la intemporal produccion de Paul Epworth.
5. The Horrors - "Machine". Para mí el mejor tema de rock de los pasados doce meses: estructura clásica, instrumentación brillantísima, una cadencia ruidista que se adhiere a nuestro cerebro.
6. The Killers - "Run for cover". Su flojísimo "Wonderful wonderful" contenía este formidable tema, al nivel de los mejores momentos de su carrera. Rápido, enérgico, inconfundible.
7. Alt-J - "Deadcrush". Otro álbum muy flojo, otro tema digno de los mejores momentos de su carrera: obsesivo, penetrante, original, de nuevo inconfundible.
8. Portugal. The man - "Live in the moment". Dieron el pelotazo con "Feel it still", pero en su irregular "Woodstock" escondían momentos aún mejores, como este casi perfecto maridaje entre psicodelia, rock y sonidos contemporáneos.
9. Mating Ritual - "Second chance". Una nueva y sugestiva banda que recupera la mejor tradición californiana de power pop, eso sí, llevado a nuestros días. Irresistible.
10. Joe Goddard - "Music is the answer". O cómo convertir un perdido tema de finales de los ochenta en un elegantísimo cóctel de pop, baile y electrónica. Exquisito.
11. Illenium - "Fractures". Podríamos definirlo como la sensibilidad de los Cranberries menos melosos llevada al año 2017. O como el tema que The Chainsmokers aspiran a entregar algún día.
12. Sylvan Esso - "Die young". Un poquito de Lamb, otro de Róisín Murphy y el toque siempre singular de la electrónica americana. ¿Balada?
13. Odesza - "Higher ground". Conjugaron algo casi imposible en los E.E.U.U.: musica electrónica y éxito masivo. ¿Las razones? Una gran melodía y unas aún mejores armonías.
14. Kaleida - "Echo saw you". Su más que interesante debut conjugaba a menudo synth-pop minimalista e interpretaciones emocionantes. Éste es uno de sus mejores exponentes.
15. Empathy Test - "Bare my soul". Su original apuesta de publicar simultáneamente sus dos álbumes de debut no salió del todo redonda, pero contenía temas tan elegantes y cautivadores como éste.
16. Lorde - "Perfect places". Quizá el mejor sencillo de la música mainstream a nivel mundial. Lorde acumula audiencias millonarias sin renunciar ni a su personalidad ni a su talento.
17. Curxes - "In your neighbourhood". Un emocionante equilibrio entre la indietrónica y los años ochenta, que crece con cada nueva escucha.
18. Cut Copy - "Airborne". Un arriesgado paso en su carrera que se resolvió acertadamente encajando las influencias del funky y los coros femeninos con la fuerte personalidad de la banda.
19. Beth Ditto - "We could run". Su ecléctico debut en solitario contenía este tema que insufla optimismo con su excelente a la vez que clásica melodía.
20. Claire - "Friendly fire". Los mejores temas de "Tides" no vieron la luz en formato sencillo, pero este tema de pop nórdico y cristalino demuestra su talento no sólo como compositores sino también como intérpretes.
Seguro que echan de menos otros temas de gran calidad que se han quedado fuera (la cosecha en 2017 ha resultado particularmente abundante). Pero estoy seguro de que ninguna de las canciones de esta lista sobra, y demuestra que si nos lo proponemos sigue siendo sencillo encontrar emoción y creatividad.
viernes, 5 de enero de 2018
Noel Gallagher's High Flying Birds: "Who built the moon?" (2017)
Este 2017 que acaba de terminar nos dejó el retorno de Noel Gallagher. Un retorno que sucedió algo más pronto de lo esperado si tenemos en cuenta los casi cuatro años que el mayor de los Gallagher se solía tomar entre trabajo y trabajo, frente a los poco más de dos años y medio año que transcurrieron desde el meritorio "Chasing yesterday" hasta este "Who built the moon?". Retorno que quizá estuvo influido por el debut en solitario de su hermano Liam Gallagher unas semanas antes con su evocador pero mediocre "As you were", ya que es de sobra conocido el pique entre los dos hermanos desde que los tiempos de Oasis. Así que la primera gran pregunta ante este retorno fue si Noel había trabajado suficientemente la composición de los nuevos temas. Y la segunda cómo habría resultado la colaboración con David Holmes, el productor de música electrónica al que sorpresivamente Gallagher contrató para darle una vuelta de tuerca a su propuesta en esta nueva entrega.
Desafortunadamente ninguna de las dos respuestas es enteramente positiva. En mi opinión, se nota que Noel ha pisado el estudio tan sólo lo justito: diez temas (once en los créditos, siendo dos de ellos sendas partes de una misma composición, de dos minutos cada una), ninguna cara B, y prácticamente ninguna composición realmente compleja, de las que sabemos es capaz de crear. Y la participación de David Holmes se nota a veces, pero se queda a medio camino: es cierto que en general el disco tiene un sonido diferente de lo habitual en el de Manchester (y un poquito menos anacrónico), pero también lo es que se queda lejos de lo que históricamente ha identificado a las producciones y remezclas de Holmes.
Así que nos encontramos frente a un álbum más trabajado en el concepto que en las canciones, pero en el que Gallagher y Holmes se han respetado muy notablemente, habiendo alcanzado un punto de encuentro que se queda en un incierto término medio. De ello da buen ejemplo "Fort Knox", el tema que abre el disco: casi un instrumental (la pequeña parte vocal de Noel llega cerca del final), usa un loop de batería más que visto para sobre él crear una especie de cruce entre The Chemical Brothers y el África Subsahariana con el sonido Manchester. Agradable pero sin llegar a entusiasmar. Le sigue el primer sencillo y supuesto tema estrella: "Holy mountain". Un tema directo, contundente, que incorpora una sección de viento y hasta una flauta en el estribillo. Que deja indiferente al principio y va ganando con cada escucha gracias a su efectivo estribillo, pero que tampoco es nada del otro mundo compositivamente hablando, ni nada rompedor en su instrumentación. "Keep on reaching" pone de manifiesto una vez más la devoción de Noel por el rock de finales de los sesenta en su instrumentación y ambientación, pero todas las estrofas y las partes instrumentales están construida sobre un único acorde (ver para creer). Así que aunque el estribillo cumpla con su explosión de rabia, queda claro que este tema sería como mucho una cara B en otras épocas más boyantes del mancuniano.
"It's a beautiful world", segundo sencillo, bebe a partes iguales de la psicodelia de finales de los sesenta y de las bases del sonido Manchester de finales de los ochenta, y completa el cóctel con un estribillo un tanto al margen del resto de la canción y con el ya conocido recurso a distorsionar la voz de Noel por un altavoz: demasiado poco. Más interesante es "She Taught Me How to Fly", quinto corte, que recuerda en sus intervalos instrumentales y estribillo a los temas expansivos de... New Order (casi podemos imaginar a Sumner en las voces y a Peter Hook en el arpegio de guitarra-bajo en vez de a Gem Archer). Y que además lo complementa con unas estrofas que ahora sí nos recuerdan lo que Gallagher es capaz de componer. Pero el álbum pega otro bajón con "Be careful what you wish for", que fusila descaradamente el comienzo y las estrofas del "Come together" de los Beatles pero sustituye su garra por pseudo -psicodelia y su estribillo por unos simplones coros femeninos.
"Black & White Sunshine" es el tema más claramente emparentado con los otros dos discos de los High Flying Birds: rock clásico con unas meritorias estrofas y un estribillo que podría pasar por uno de Oasis si no fuera por los coros femeninos. Correcto, pero sin el gancho de otras épocas. Las dos partes de "Wednesday" (octavo y undécimo corte) son en realidad el mismo tema instrumental, insípido y monótono. "If love is the law", noveno corte, con su mellotron y sus guitarras acústicas, es el tema más claramente pop del disco: melódica y hasta coral en el estribillo (incluido un solo de armónica), pero sin el nivel que cabría esperar del de Manchester. Así que cuando nos topamos con "The Man Who Built the Moon", el último corte íntegro del álbum, la esperanza de escuchar un auténtico temazo es prácticamente nula. Aunque precisamente es la canción que da título al disco la que mejor me parece: un tema cadencioso, grandilocuente, ahora sí con la guitarra acústica como base, en la línea de "The masterplan" pero más oscuro y con un curioso estribillo pseudo-declamado. Y con la producción más interesante del disco: coros masculinos tenebrosos, un original bajo y sobre todo un extraño pero certero teclado en el estribillo.
Aunque si le damos varias oportunidades el álbum se dejará escuchar, parece claro que Noel no ha sabido llevar a buen término su idea de renovarse. Algún destello puntual, pero en general una baja forma que no logra compensar con sus tímidos acercamientos a otros géneros y tendencias. Acercamientos que ni siquiera han servido para pulir su habitual sonido poco burdo, con baterías mal grabadas y agudos sucios, o su tendencia a esconder la voz más de lo necesario. Porque lo criticable de "Who built the moon?" no es su loable intento de expandir los horizontes musicales de Noel y los suyos, sino que lo ha hecho sin partir de un puñado de grandes composiciones que le sirvieran de base. Puestos a escoger, prefiero que transite por territorios conocidos pero con mejores canciones. Tanto es así que, en la edición Deluxe se encuentra el que de lejos es mi tema favorito de Noel en los últimos años: "Dead in the water" es una canción que tocó una única vez en acústico en Dublín hace un par de años, y que han rescatado ahora a modo de extra tal vez para contentar a sus incondicionales. Y es que la guitarra acústica, el piano, una buena letra, una gran melodía y una interpretación sin adornos crean la "magia" que esperábamos, y que "Who built the moon?" se empeña en negarnos.
Desafortunadamente ninguna de las dos respuestas es enteramente positiva. En mi opinión, se nota que Noel ha pisado el estudio tan sólo lo justito: diez temas (once en los créditos, siendo dos de ellos sendas partes de una misma composición, de dos minutos cada una), ninguna cara B, y prácticamente ninguna composición realmente compleja, de las que sabemos es capaz de crear. Y la participación de David Holmes se nota a veces, pero se queda a medio camino: es cierto que en general el disco tiene un sonido diferente de lo habitual en el de Manchester (y un poquito menos anacrónico), pero también lo es que se queda lejos de lo que históricamente ha identificado a las producciones y remezclas de Holmes.
Así que nos encontramos frente a un álbum más trabajado en el concepto que en las canciones, pero en el que Gallagher y Holmes se han respetado muy notablemente, habiendo alcanzado un punto de encuentro que se queda en un incierto término medio. De ello da buen ejemplo "Fort Knox", el tema que abre el disco: casi un instrumental (la pequeña parte vocal de Noel llega cerca del final), usa un loop de batería más que visto para sobre él crear una especie de cruce entre The Chemical Brothers y el África Subsahariana con el sonido Manchester. Agradable pero sin llegar a entusiasmar. Le sigue el primer sencillo y supuesto tema estrella: "Holy mountain". Un tema directo, contundente, que incorpora una sección de viento y hasta una flauta en el estribillo. Que deja indiferente al principio y va ganando con cada escucha gracias a su efectivo estribillo, pero que tampoco es nada del otro mundo compositivamente hablando, ni nada rompedor en su instrumentación. "Keep on reaching" pone de manifiesto una vez más la devoción de Noel por el rock de finales de los sesenta en su instrumentación y ambientación, pero todas las estrofas y las partes instrumentales están construida sobre un único acorde (ver para creer). Así que aunque el estribillo cumpla con su explosión de rabia, queda claro que este tema sería como mucho una cara B en otras épocas más boyantes del mancuniano.
"It's a beautiful world", segundo sencillo, bebe a partes iguales de la psicodelia de finales de los sesenta y de las bases del sonido Manchester de finales de los ochenta, y completa el cóctel con un estribillo un tanto al margen del resto de la canción y con el ya conocido recurso a distorsionar la voz de Noel por un altavoz: demasiado poco. Más interesante es "She Taught Me How to Fly", quinto corte, que recuerda en sus intervalos instrumentales y estribillo a los temas expansivos de... New Order (casi podemos imaginar a Sumner en las voces y a Peter Hook en el arpegio de guitarra-bajo en vez de a Gem Archer). Y que además lo complementa con unas estrofas que ahora sí nos recuerdan lo que Gallagher es capaz de componer. Pero el álbum pega otro bajón con "Be careful what you wish for", que fusila descaradamente el comienzo y las estrofas del "Come together" de los Beatles pero sustituye su garra por pseudo -psicodelia y su estribillo por unos simplones coros femeninos.
"Black & White Sunshine" es el tema más claramente emparentado con los otros dos discos de los High Flying Birds: rock clásico con unas meritorias estrofas y un estribillo que podría pasar por uno de Oasis si no fuera por los coros femeninos. Correcto, pero sin el gancho de otras épocas. Las dos partes de "Wednesday" (octavo y undécimo corte) son en realidad el mismo tema instrumental, insípido y monótono. "If love is the law", noveno corte, con su mellotron y sus guitarras acústicas, es el tema más claramente pop del disco: melódica y hasta coral en el estribillo (incluido un solo de armónica), pero sin el nivel que cabría esperar del de Manchester. Así que cuando nos topamos con "The Man Who Built the Moon", el último corte íntegro del álbum, la esperanza de escuchar un auténtico temazo es prácticamente nula. Aunque precisamente es la canción que da título al disco la que mejor me parece: un tema cadencioso, grandilocuente, ahora sí con la guitarra acústica como base, en la línea de "The masterplan" pero más oscuro y con un curioso estribillo pseudo-declamado. Y con la producción más interesante del disco: coros masculinos tenebrosos, un original bajo y sobre todo un extraño pero certero teclado en el estribillo.
Aunque si le damos varias oportunidades el álbum se dejará escuchar, parece claro que Noel no ha sabido llevar a buen término su idea de renovarse. Algún destello puntual, pero en general una baja forma que no logra compensar con sus tímidos acercamientos a otros géneros y tendencias. Acercamientos que ni siquiera han servido para pulir su habitual sonido poco burdo, con baterías mal grabadas y agudos sucios, o su tendencia a esconder la voz más de lo necesario. Porque lo criticable de "Who built the moon?" no es su loable intento de expandir los horizontes musicales de Noel y los suyos, sino que lo ha hecho sin partir de un puñado de grandes composiciones que le sirvieran de base. Puestos a escoger, prefiero que transite por territorios conocidos pero con mejores canciones. Tanto es así que, en la edición Deluxe se encuentra el que de lejos es mi tema favorito de Noel en los últimos años: "Dead in the water" es una canción que tocó una única vez en acústico en Dublín hace un par de años, y que han rescatado ahora a modo de extra tal vez para contentar a sus incondicionales. Y es que la guitarra acústica, el piano, una buena letra, una gran melodía y una interpretación sin adornos crean la "magia" que esperábamos, y que "Who built the moon?" se empeña en negarnos.
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